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—Señora Letithia, podría ayudarnos por favor —. Musitó una chica que se había acercado, Letithia dejo su taza de café en la mesa y se puso de pie.

—Enseguida vuelvo—. Dijo a los chicos frente a ella, Tom alucinaba, creía que en cualquier momento el sudor se notaría, caerían gotas gruesas y se notaría su nerviosismo. Mientras que Bill solo sonrió y asintió, Letithia se fue dejándolos solos, Bill bebió de su café, dejando el líquido un rato en su boca, intentaba no mostrar una sonrisa, sentía la mirada de Tom fija en el, y eso le parecía algo gracioso, pues el trenzado no disimulaba.

Paso el trago, y no pudo evitar sonreír, Tom presencio esa sonrisa y ante sus ojos era perfecta. Bill era perfecto, único, hermoso y tan maravilloso. . .

—Oye. . .se te saldrán los ojos —. Dijo Bill un tanto burlón, Tom tardo en darse cuenta sobre quién había dicho aquello, pero al hacerlo Carraspeo con vergüenza desviando su mirada a otro lado. . .Bill ríe bajito.

—Perdón. . .—. susurro Tom, bebiendo un sorbo de su café, hizo una expresión de asco, ¡Claro!, el odiaba el café. Simplemente disimulando escupió el líquido de nuevo al vaso, paso varías veces saliva para pasar el sabor tan asqueroso que le producía el café y dejó la taza en la mini mesa que yacía en medio del largo sofá y el sillón, justo al lado de el de doña letty.

—No pasa nada. . .—. dijo Bill, obviamente el se había dado cuenta sobre la expresión del trenzado, se aguanto soltar una carcajada, esto sería un capítulo perfecto sobre una historia de romance, pensó Bill —Y dime, ¿Tienes hermanos?—. Preguntó intentando entablar una conversación con el de trenzas.

—N-no. . .—. respondió él —S-soy hijo único —. Bill se giró para verlo, y Tom no pudo evitar sonreír con los labios, sin mostrar su dentadura. . .Bill no pudo contenerse en tener ese pensamiento de que el chico frente a él era atractivo, y no solo eso, sus ojos. . .y el como hablo entrecortadamente, el chico estaba nervioso y eso Bill lo sabía.

—Oh, valla. . .y ¿Que edad tienes?.

—Die. . . diecinueve —. Respondió Tom.

—Uh–ya. . .¿Vives con tus padres?.

—Si. . .—. asíntio Tom, lentamente.

—¿Trabajas?.

—Si.

—y. . .¿Te gusta, venir aquí?—. El trenzado asintió. Bill pensaba que Tom estaba incómodo por las preguntas que le estaba haciendo, pero en realidad estaba nervioso, de no poder responder con más palabras —Oh, ¿Te incomoda que pregunté?.

—Si. . .—. Bill sonrió leve y agachó su cabeza, Tom se dio una abofetada mental por ser tan idiota —D-digo, N-no me incomoda, es solo que. . . e-eres tan li-lindo, que N-no puedo evitar, mirarte y joder estoy nervioso y. . .que hermoso eres. . .—. Bill había elevado la cabeza, sonriendo soltó una risilla nerviosa, Tom se dio cuenta de la estupidez que acababa de decir. . .se dió otra abofetada mental, había quedado en shock por sus propias palabras y no solo eso, si no que sentía vergüenza, le había dicho todo eso al chico del cuál estaba enamorado, y se había escuchado como un imbecil enamorado, al sonar tan nervioso al hablar.

Se rasco la nuca —oh, lo siento. . .yo—. Bill lo miro a los ojos, conectando sus miradas, estaba a punto de responderle, cuando Letithia apareció.

—¡Billie!—. Gritó algo alegre —los niños de la congregación quieres que les cantes —. Dijo ella, Bill desvío su mirada de él de trenzas para mirar a Letithia.

—Pero, Roberth no asistió hoy, ¿Quien tocará la guitarra?—. Letithia sonrió de oreja a oreja, mirando a Tom. Bill le siguió con la mirada, encontrándose con Tom, el de trenzas se encontraba perdido de la conversación, pues en su mente se estaba dando un gran regaño por ser tan imbécil con el chico al que ama.

𝐀𝐃𝐃𝐈𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 | ᵀᴼᴸᴸ (𝑬𝒅𝒊𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora