𝐀𝐃𝐃𝐈𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 | ᵀᴼᴸᴸ (𝑬𝒅𝒊𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐)

12

—No me lo creo—. Musitó Georg.

Bill sonríe en grande, mientras guardaba algunas de sus libretas en su casillero, no le dirigía la mirada a sus amigos, simplemente había soltado como si nada al verlos, un “Me ha pedido ser su novio, y acepte”.

—Bill—. Andreas tocó el hombro del pelinegro, buscando su atención —¿Es enserio?—. Preguntó, Bill se giró encontrándose con la mirada de sus amigos. Georg cruzado de brazos, mienttas que Gustav limpiaba sus gafas y Andreas le sonreía levemente.

—Ya, os eh dicho que sí. . .—. respondió el azabache sin borrar su ensanchante sonrisa.

—¿Y?, ¿Como ha sido?—. Preguntó Gustav, colocándose sus gafas nuevamente, sin dejar de mirar a él azabache interrogatoriamente —¿Te regalo rosas?—. Concluyo. El pelinegro nego lentamente.

—¿Una salida al cine y luego la pregunta de si aceptabas ser su novio se proyectó en la gran pantalla?—. Preguntó Andreas.

—No. . .—. respondió Bill, sonriente.

—¿Con un cartel?, ¿Una cena?, ¿Serenata?—. Preguntó Georg.

—No. . .—. repite Bill, está vez riendo levemente.

—¿Entonces?—. Preguntaron los tres al unísono. Bill suspiro, cerró su casillero, se colgó su bolso al hombro, miró por última vez a sus amigos, y luego hecho a andar. . .

—Estaba lloviendo, el me robo un beso, y luego me preguntó. . .¿Quieres ser mi estrella?, yo prometo ser tu cielo. . .fue mucho mejor que, con rosas, o la pregunta proyectada en la pantalla del cine, incluso mucho mejor que una cena o una serenata. . .—. respondió —Tal vez lo vean como algo simple, pero para mí, fue más que maravilloso. . .

Entro al aula correspondiente, dejando su bolso encima de su mesa, sus amigos quienes se sentaban a cada lado de él lo miraban espectantes, aquella sonrisa plasmada en el rostro de su amigo era una que no habían visto nunca, incluso ese brillo en sus ojos era algo nuevo, tal vez Tom si era el indicado para Bill, pensaron todos a la vez. . .

—Uh, ¿Cuando váis a presentarnos?, eh—. Preguntó Andreas.

—Cuando sea el momento —. Respondió el pelinegro antes de que el profesor Meyer ingresará para comenzar con la última clase del día.

[.  .  .]

—¿El mirador?—. Preguntó Mikel incrédulo, mientras alzaba una de sus cejas y miraba a el trenzado bebiendo de su cerveza —¿Hablas en serio?—. Soltó burlón —Sin duda alguna ese sería el último lugar al que llevaría a mi pareja para pasar San Valentín, Tom. . .¿Que te ocurre?—. Tomo asiento al lado de Pipe, quien escuchaba la conversación atento.

—¿Haz visto ese lugar de noche?—. Preguntó él trenzado —Las luces de la ciudad hacen que la vista sea más que hermosa estoy seguro que le va a encantar —. Soltó tomando otro sorbo de su bebida, mientras miraba a la nada y sonreía como idiota.

—¿Y?, ¿Solo eso?—. Preguntó Pipe, uniéndose a la conversación.

—No—. Respondió Tom —Hay más, pero eso es algo que a vosotros no os incumbe —. Dijo, poniéndose de pie y palmeando su ropa para aplacarla —¿Me veo presentable?—. Preguntó dudativo.

—¿Presentable?, ¿Desde cuándo te importa verte presentable?—. Preguntó Mikel —Joder, ese chico si que te ha cambiado, humn—. Mascullo —Si querías verte “presentable” le hubieses pedido ayuda a tu padre —. Musitó.