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Mientras la lluvia caía, y sus cuerpos empapaba, ellos sus labios unidos tenían. Un beso intenso, dulce y suave. . . mientras sus lenguas se rozaban entre sí, y la pasión que sentían aumentaba, el amor que sentían tan mutuo y hermoso. Dos polos opuestos, destinados a estar juntos.

El pelinegro sonreía, cuando los dientes de Tom tomaban su labio inferior y lo mordía suavemente succionando este a su paso, disfrutando del dulce sabor que los labios de su chico tenían.

—Joder. . .—. susurro Tom, al separarse de nuevo por falta de aire —. . .creo que. . .debemos irnos y. . .

—Si —. Concluyo Bill.

—Te llevaré a casa. . .

Tomando sus manos, entrelazando sus dedos se dispusieron a caminar bajo la lluvia, no se cubrirían, no harían nada más que, caminar juntos sin importar el qué. La emoción que sentían en ese momento era única, esa cercanía que tenían era cómoda para ambos, mientras Tom sonreía de oreja a oreja feliz y contento, pensando en lo afortunado que era en esos momentos, porque su deseo por fin se cumplió; Bill con sus mejillas rosas, y miles de sensaciones en su pecho, soltó una risita nerviosa. Esto era nuevo para ambos, y aunque no se dijeran ni una sola palabra, ambos con tan solo mirarse se transmitían todos esos sentimientos.

Y es que con tan solo una mirada, Bill sabía que estaba más que enamorado y Tom, el veía el universo a través de los ojos marrones de Bill.

—Carajo. . .—. dice Bill después de un buen rato de silencio
—¿Esto es real?—. Pregunta, sonriente sin mirar al chico a su lado, se detiene con la mirada en el suelo y la lluvia cayendo levemente.

—Lo es. . .—. dice Tom, después de haberse situado frente a Bill, besando los nudillos de sus suaves y ahora frías manos
—oh, me siento de maravilla —. Mascullo, riendo levemente. Bill levanta su mirada para encontrarse con la del trenzado, ambos reían nerviosamente, retomando palabras, cruzándo miradas, intercambiando sonrisas, Tom se acerca para rozar los labios del chico frente a él. . .

Bill entre abrio sus labios, quería más contacto de él, sentir de nuevo aquella sensación de placer, con tan solo un beso. .  y ¿Quien era Tom para negarselo?. . .

—Eres hermoso, ¿Ya te lo eh dicho?—. Preguntó Tom, atontonado, ¿Que hacía Bill para ponerle de esa manera?. . .

—Perdi la cuenta de cuántas veces me lo haz dicho—. Respondió Bill, jadeante. . .sus ojos brillaban, gracias al reflejo de la tenue luz, de algunas farolas que alumbraban la calle. . .—y gracias, Kaulitz. . .—. le tomo la mano —. . .tú eres increíble —. Le susurró al oído, haciendo que Tom se estremeciera por sentir su calido aliento rozar debajo de su oreja. . .

Retomaron camino hacía el hogar/infierno del pelinegro, a lo lejos se divisaban las cortinas corridas y las luces encendidas, las cuales alumbraban levemente el césped, se notaba. La noche era fría, pero la lluvia había cesado ahora solo había una leve llovizna, en ningún momento se habían soltado de la mano, estaban cerca del otro y eso era reconfortante.

Aún con esas sensaciones maravillosas, Bill no podía evitar sentir nostalgia, llegaría a su hogar, y el no quería eso, al estar frente a ese lugar, dio un apretón con su mano con la cuál mantenía el agarre con Tom. El trenzado pudo sentir la tención de Bill y no pudo evitar preguntarle. . .

—¿Que sucede?. . .

Bill suspiro, y negó lentamente con su cabeza —no pasa nada, ¿Te veré mañana?—. Preguntó, deseando que así fuera, y aunque eso era seguro el solo quería asegurarse de que así fuera. . .como ha sido en todo ese mes.

𝐀𝐃𝐃𝐈𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 | ᵀᴼᴸᴸ (𝑬𝒅𝒊𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora