𝐀𝐃𝐃𝐈𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 | ᵀᴼᴸᴸ (𝑬𝒅𝒊𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐)

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Se decía que el amor es perfecto, salvo por algunos «diminutos» detalles; distancia, circunstancias y tiempo. Pero, ¿Que importaba? Nada era más importante, que el amor y la promesa de un reencuentro. Eso ambos lo sabían.

Bill se encontró con la mirada de Tom, su corazón latía con fuerza mientras una mezcla de alegría, alivio y amor abrumaba su ser. Sus ojos llenos de lágrimas contemplaban a Tom  después de tanto tiempo sin verle. Cada detalle de su rostro, cada gesto familiar le recordaba los momentos compartidos y la felicidad que habían experimentado juntos.

Las lágrimas recorrían sus mejillas mientras una sonrisa radiante iluminaba su rostro.

La emoción era tan intensa que apenas podía contenerla. La sensación de tener a Tom cerca de nuevo era abrumadora, como un cálido abrazo que envolvía todo su ser.

El trenzado luchaba con un torbellino de emociones mientras seguía de rodillas con la caja y el anillo en él. La alegría de ver a Bill después de tanto tiempo era indescriptible. Cada momento sin él había sido una agonía, y ahora, tenerlo de frente lo llenaba de una felicidad inmensa. Las lágrimas se asomaron en sus ojos mientras una sonrisa irrefrenable se dibujaba en su rostro. Las palabras se atascaban en su garganta, pero sus ojos transmitían todo lo que sentía: amor, gratitud, y la certeza de que finalmente estaban juntos otra vez.

—Tom—. Repitió de nuevo Bill, está vez con voz aguda y temblorosa. . .

El azabache inhaló profundamente, tomando el aroma familiar de Tom. En un impulso irrefrenable, se abalanzó a los brazos del trenzado y lo abrazó con fuerza, sintiendo el latido de su corazón contra el suyo. La sensación de tenerlo entre sus brazos nuevamente lo llenó de una calidez reconfortante, como si finalmente estuviera en casa.

Cada segundo sin él se desvaneció en ese abrazo, y la necesidad de estar cerca de Tom era maravillosa.

Tom correspondió al abrazo de inmediato, envolviendo a Bill en sus brazos con ternura y firmeza. Cada sensación, cada latido del corazón de Bill resonaba en su ser, recordándole lo que había extrañado cada día que estuvieron separados. El calor del abrazo, la suavidad de la piel de Bill contra la suya, y el aroma conocido le recordaron la felicidad que solo Bill podía brindarle.

Ambos se abrazaron con una intensidad que reflejaba el amor y la alegría de estar juntos nuevamente. Cada gesto, cada caricia y cada suspiro expresaban las emociones que habían anhelado durante tanto tiempo.

—Estas aquí. . . conmigo—. Musitó el azabache.

—Y no pienso alejarme de nuevo, por nada del mundo—. Se apresuró a decir el de trenzas. . 

—Te he extrañado tanto, tommie. Juro que creía ya no poder más, no puedo creer que este aquí. . .¿Por qué no me dijiste que ya te habían dado el alta?, yo te hubiese esperado en la estación. . .—. dijo entre sollozos y con la voz entrecortada por el llanto, se aferraba a Tom, mientras suspiraba de vez en cuando —Te amo tanto, dime que esto no es un sueño. No soportaría estar lejos de ti de nuevo.

Tom rió suave por lo bajito, mientras acariciaba la espalda del azabache —Tambien te extrañe Billie, como no te imaginas. . .cada día sin ti a mi lado fue doloroso, lo juro—. Le respondió —Si no te dije nada fue porque quería darte una sorpresa. . .

El azabache sorbió de su nariz, mientras se alejaba un poco de Tom para verle el rostro.

—Y esto no es un sueño, yo estoy aquí, te tengo entre mis brazos ahora, te estoy abrazando ¿No me sientes?, estoy contigo y tu conmigo, juntos de nuevo. Prometí volver y ya lo he hecho, ¿Tu me haz esperado?—. El azabache asintió mientras sus labios se contraían por los sollozos, Tom sonrió —Tranquilo, jamás me iré de tu lado, por nada ni por nadie. . .no sabes lo Feliz que me siento al tenerte de nuevo junto a mí. . .