𝐀𝐃𝐃𝐈𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 | ᵀᴼᴸᴸ (𝑬𝒅𝒊𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐)

14

Si, bien sus pies dolían de tanto córrer, pero en su mente estaba esa meta de cumplir sus horarios de gimnasia, esos que el año pasado no hizo por la pereza o por perderse todo el día leyendo un libro. Sus amigos iban a la par con el, mientras que Gustav iba más adelante, se preguntaban como alguien como el podía sobrepasarlos tanto.

Pararon un momento mientras se disponían a beber un poco de agua, habían gargantas secas sedientas de algun líquido frío que acabará con eso. Bill miraba hacía adelante, Gustav había tomado asiento en una de las bancas del lugar, sin pensarlo mucho troto hasta allí con Georg y Andreas detrás de él.

—Joder. . .—. dijo, jadeando —Estoy bañado en sudor —. Dramátizo, pasando su mano por su frente, limpiando las gotas de sudor que por allí se escurrían.

—Me duelen las piernas, tío —. Musitó, un agotado platinado. Quien tomó asiento al lado de Gustav.

—No seáis vagos, apenas y hemos dado la vuelta al parque —. Dijo Gustav, mientras limpiaba sus gafas con el pañuelo que tenía para limpiar su sudor, el cuál estaba limpio ya que el rubio atino a abrazar con todas las gotitas con su camiseta.

—Y eso, amigo mío —. Empieza Georg, mientras respira profundamente para reestablecerse —Es más de lo que cualquiera puede hacer, estoy agotado.

—Bien, lo dejaremos hasta aquí, solo por hoy. . .

—Gus, amigo mío. . .eres el mejor —. Dice Bill, jadeando mientras volvía a dar otro sorbo a su botella de agua —Joder, nunca antes había disfrutado de un poco de agua. . .—. dijo, mientras cerraba la botella.

—¿Saldrás hoy?—. Preguntó Andreas. Bill lo miro confúso —Ya sabes, con el raperito ese. . .—. Bill sonríe.

—No es un “raperito”, y respecto a lo otro, no lo sé, anoche hablé con el, fue hasta mi casa, me dijo miles de cosas bonitas, y. . .

—¿En tu casa?—. Interrumpió Andreas.

—Si.

—¿Tus padres no estaban?—. Preguntó Gustav.

—Si, pero dormían. . .eran más de las doce cuando Tom me llamo, y hablamos por unos minutos, y luego el estaba en mi casa, con su Cadillac aparcado en el frente, y me dijo tantas cosas. . .—. suspiro —Es increíble, después nos sentamos en la acera, hablamos de cosas triviales. . .

—Cuando dices, “cosad triviales” te refieres a como te hace sentír el libro que estás leyendo, ¿No es así?—. Preguntó Georg, burlonamente.

—Si, Georgi —. Respondió Bill, en ese mismo tono —Y ¿Sabes?, el también tiene el mismo libro, dice que le gusta pero. . .que yo le gustaba aún más —. Ensancho una sonrisa —¿No es precioso?—. Preguntó, con voz de ensoñación.

—Si, si. . .—. Dice Gustav —Tommy, es increíble Billie. . .—. musitó sonriendo, ya estaban acostumbrados a que el pelinegro mencionara a Tom en todo momento, en cualquier conversación o otra cosa.

Un móvil comienza a vibrar, los G's y Andreas miran sus bolsillos palpando estos para asegurarse de si eran los suyos los cuales sonaban, mientras Bill tenía una sonrisa socarrona en su rostro. . .chasqueo su lengua como una diva, y saco su móvil del bolsillo del costado de su pantalón deportivo y lo agitó en el aire al ver quién había enviado un mensaje.

—Oh, miren—. Dijo, dramáticamente llevandose una mano a la boca haciendo ademán de impresión —Es ¡Mi! Tommy—. Dijo, muy alto y claro. Sus amigos rodearon sus ojos, al ver la actitud engreída de su amigo, solo porque su “novio” había enviado un mensaje. . .