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Frunció el ceño, tocó el lugar que debía estar ocupado por cierta hermosa persona, pero al no sentirla se altero, Tom abrió sus ojos de inmediato, parpadeó varias veces intentando acostumbrarse a los rayos de sol que se colaban por entre la cortina, las cuales se movían con el viento, eso quería decir que la ventana estaba abierta.

Frotó sus ojos y mientras se inclinaba para sentarse, bostezo, sintiendo unas leves punzadas en su cabeza, rasco su sien y relamio sus labios.

—Buenos días, joven—. Al escuchar esa voz femenina, no dudó ni un segundo en ponerse de pie de inmediato, miro a la chica frente a él con expresión de confusión, joder, ¿Desde cuándo tenían chacha?, no recordaba haber contratado alguna, y es que para ser un empleada de servicio sus pintas no le ayudaban.

—¿Quien eres?, ¿Donde esta Bill?—. Pregunto rápidamente el trenzado, la chica lo miro y sonrió levemente. Mientras desviaba su mirada, intentando no mirar a Tom.

—Soy Sussy Wagner, su nueva enfermera —. Tom abrió sus ojos, ¿Enfermera?, ¿Desde cuándo? —Y su esposo está afuera, preparando su desayuno, joven—. Ahora frunció el ceño.

—¿Mi esposo?—. Pregunto risueño.

—Sí, su esposa Bill—. Aseguró ella, ahora su expresión había cambiado, suaviso sus facciones atontado sonrió. Su esposo que bien se escuchaban esas palabras.

—Oh, si. Mi lindo esposo —. Susurro Tom más para si mismo que para alguien más. Fue en ese momento cuando una hermosa cabellera azabache se dejó ver, allí estaba su chico, de pie en el umbral de la habitación, joder, ¡Que precioso!, sin ningún rastro de maquillaje, se veía. . .bello, según Tom, quien sonrió ensanchantemente.

—Buenos días, cielo —. Bill se acercó a Tom mientras esbozaba una leve sonrisa —¿Como dormiste?—. Le pregunto. Tom lo tomo de la cintura y lo acerco a él.

—de maravilla, aunque tengo un poco de jaqueca —. Respondió.

—Sussy, traele un analgésico —. La chica sonrojada asintió y salió de la habitación en busca de la pastilla para su paciente. Bill beso los labios de Tom y se separó enseguida tomándolo de la mano, caminaron hacia la puerta pero Bill se detuvo en seco, recordando algo en particular —Amor—. Le llama mientras giraba su rostro para verlo —Creo que sería bueno, que te pusieras pantalones —. Tom miro hacía abajo.

No tenía más que sus boxer puestos.

—Oh. . .—. emitió mientras rascaba su nuca, Bill le sonrió y le soltó la mano para que Tom pudiese cubrir su semi desnudez. Y es que Bill le había quitado la ropa la noche anterior, ya que lo había sentido todo sudado y acalorado, y simplemente le quitó los pantalones y camisa —Listo—. Tom toma la mano de Bill, y salen de la habitación.

—aquí tiene, joven—. La enfermera le tendió una pastilla, junto con un vaso de agua. Tom tomo la pastilla, y miro al frente, al conectar su mirada con la de la chica, frunció el ceño.

—¿Como está eso de que tengo enfermera?—. Pregunto Tom, dirigiéndose a Bill.

—Te lo digo luego —. Ambos tomaron asiento en la mesa, el desayuno ya estaba servido, y constaba de waffles con crema batida y algunas fresas, y jugo de naranja —Ahora come, que lo necesitas, anoche no probaste bocado —. Bill le acaricia la mano que tom tenía puesta en la mesa mientras le sonreía cálidamente. Tom le miró de soslayo y sonrió sin curvar mucho sus labios.

El desayuno había estado delicioso, y es que Bill había seguido al pie de la letra toda la receta.

—Bebe, ¿Quieres por favor decirme que está pasando?—. Pregunto Tom, mientras veía como Bill tomaba los platos vacíos y los llevaba a la cocina, el trenzado lo siguió con la mirada, para luego ponerse de pie y acercarse a él.

𝐀𝐃𝐃𝐈𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 | ᵀᴼᴸᴸ (𝑬𝒅𝒊𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora