El beso

50 6 6
                                    

Narra Bill:

Cuando Gustav vómito en dirección a Lindsay me causo mucha gracia pero pena por ella, pero no podía evitar reír al compas de la risa de Sophia.

-Bueno los dejaremos solos está bien.- nos dijo Tom a lo que yo lo mire con agradecimiento, realmente quería acercarme a Sophia.

-Ven siéntate aquí.- me dijo ella, cuando mire sentada pude ver en su sonrisa que era una niña feliz.

- me dijo ella, cuando mire sentada pude ver en su sonrisa que era una niña feliz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Me gustaría contarte algo, ¿Puedo?.- le dije poniéndome a su lado.

-Te escucho.- me dijo.

-No soy un niño normal, no puedo vivir mi vida como cualquiera de los niños que estamos aquí.- le dije y ella me miró confundida.

-¿Por qué dices eso?.

-Como sabes mi único grupo social son mis amigos y mi hermano, a ellos dos los conozco por qué trabajan junto a mi padre en un negocio podría decirse fuera de las reglas.

-¿Estas diciendo que tu padre es un mafioso?.- me preguntó y yo solo agache la cabeza.

-No te preocupes, yo tampoco soy lo que tú piensas, a Lindsay la conozco también por qué su padre trabajo con el mío, y su trabajo es lo mismo que el de tu padre.- me dijo y entonces la mire rápidamente.

-Entonces... ¿Tu perteneces a una mafia?.

-Si, mi padre es el líder de la mafia italiana.

-Y mi padre es el de la mafia alemana.

-Ahora que recuerdo... Tu y yo no podemos estar juntos.- me dijo con una sonrisa.

-¿A ti también te dijeron esa regla estúpida?.- le dije con burla.

-Si, y también se todas las reglas de los sucesores y esas cosas.- me dijo.

-Ah mi también se me hacen absurdas.

-Hagamos una promesa, ¿Aceptas?.- me dijo a lo que yo le sonreí ampliamente.

-Me prometes que no seremos como nuestros padres.- me dijo mirándome fijamente

-Te lo prometo.- le dije.

-Espero que lo cumplas, ya que no quiero que te pase lo mismo que...- dijo pero se detuvo y vi como sus ojos comenzaron acumular lágrimas.

-Puedes decirme, prometo no decir nada.

-No quiero que te pase lo mismo que mi madre, ella murió a manos de un hombre frente a mi padre y ante mis ojos.- me dijo y comenzó a llorar.

-Jamas volverás a sufrir, te lo prometo.- le dije tomando su cara entre mis manos.

-Y si evadir esas reglas te hace feliz prometo cumplir.- le dije y ella sonrió.

-Gracias.- me dijo y entonces la bese, no pude más y la bese, unir nuestros labios fue la mejor sensación del mundo.

Nos separamos y en sus ojos podía verme reflejado, el azul de sus ojos me había atrapado, era como verme en el mismo cielo.

-Me gustas.- le dije y ella sonrió.

-Y tu a mi.- me dijo y yo también sonreí al escuchar esas palabras.

-Seremos un amor prohibido.- le dije y cuando nos íbamos a dar un beso nuevamente, el sonido de las hojas secas nos interrumpió pero cuando volteamos a todos lados no había nadie.

-Hay que regresar mejor.- me dijo y yo asentí como si de un perro y su amo se tratará.

Una vez que llegamos con todos la dejé en su cabaña y me regresé a la mía pero en el camino me encontré con la amiga de Sophia.

-Hola Bill.- me dijo.

-Hola, oye quería preguntarte algo.- le dije.

-Claro dime.

-¿Que cosas le gustan a Sophia?, me gustaría darle algo muy especial.- le dije y ella hizo una cara de disgusto pero no le di importancia.

-¿Paso algo?.- me preguntó.

-Es que me gusta y hoy la bese.- le dije.

-Ya veo, pues dale lo que sea, a fin de cuentas ella se conforma con lo que sea, igual siempre le gusta quedarse con las cosas que me gustan.- me dijo en un tono de molestia.

-¿Ah que te refieres?.- le pregunté.

-Olvida lo que dije, no es nada importante.

-Bueno entonces luego te pediré ayuda de acuerdo.

-Si.- me dijo y se fue rápidamente.

El amor conlleva dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora