Sin alma

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Narra Sophia:

Me encontraba acostada en la habitación, había pasado un día desde que Stephen me saco de la casa, solo pensaba en lo que había pasado tenía tantas cosas en la cabeza pero ahora la que más me importaba era Bill, extraño a Bill...

Ya era otro día, me encontraba en la ventana mirando al cielo, hoy era un día lluvioso, parecía que el día sentía pena por mi, no había querido salir de la habitación y solo me traían comida en eso tocan la puerta.

-Sophia, ¿ya estás despierta?.- me dijo la voz de Stephen.

-Te traje el desayuno.- me dijo pero seguí sin responder.

-Necesitas comer, ¿quieres morir?.- me dijo en un todo de preocupación pero molestia al mismo tiempo.

Entonces fui y abrí la puerta y lo mire con los ojos llorosos.

-¿Vas a sacarme de aquí?.- le pregunté con un gran nudo en la garganta.

-Sabes que no puedo, no por ahora.- me dijo .

-Entonces prefiero morirme.- le dije con enfado y cerré la puerta.

-Te dejaré aquí la comida.- me dijo y escuché como se fue.

No quiero estar aquí sabiendo que Bill sufre por mi culpa, mire todo y sentía mucha rabia, asi que comencé a tirar todo, lágrimas saladas eran lo único que podía salir de mis ojos... Mis amigos y mi familia pensaban que estaba muerta, ahora que voy hacer, como voy a llegar de nuevo a mi vida antigua.

Había pasado una semana me encontraba en la habitación, seguía sin comer, estaba más delgada de lo normal, cuando tuve un sueño donde Bill hacia algo horrible pero cuando quise ayudarlo solo no me vio y entonces fue cuando desperté, asustada corrí como pude ya que mi cuerpo estaba débil.

-Stephen.- gritaba a lo máximo que mi voz me lo permitió.

-Sacame de aquí.- le dije sosteniendome del barandal el solo me veía horrorizado junto con Rachel.

-¿De que hablas?.- me preguntó tomándome de los brazos.

-Bill está en peligro, tienes que llevarme a el.- le dije entre lágrimas.

-¿Cómo sabes eso?.- me preguntó.

-Lo soñe, solo necesito saber si está bien.- le dije con desesperación.

-Necesitas calmarte linda.- me dijo Rachel.

-No puedo, moriría si le pasa algo a bill.- dije entre llanto, comenzó a dolerme la cabeza.

-No, le pasará nada, necesitas comer si quieres ir con el.- me dijo Stephen.

-Comere después.- dije y comencé a caminar lo más rápido que pude pero no pude ni siquiera llegar a la puerta cuando me desmayé.

Bill, resiste, juro que voy a volver....

El amor conlleva dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora