El recuerdo

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Narrador:

-Amor iré acostar a la pequeña Sophia a su recámara.- dijo una mujer de cabellos rubios y largos que tenía unos ojos azules y una piel como la misma porcelana la cual era acompañada de unas mejillas rojizas y una sonrisa tan blanca como la luna.

-No quiero separarme de ti mami.- dijo la pequeña niña de cabellos castaños y grandes ojos color azul, abrazando a su madre con mucha fuerza.

-Recuerda que siempre viviré en tu alma y en...

-Tu corazón.- terminó la oración la pequeña niña.

1:30 de la madrugada...

La pequeña Sophia se despertó por los estruendos que resonaban en la gran mansión o palacio como solía decirle su padre... La pequeña tenía una regla, la única que tenía por parte de su padre la cual consistía en que cuando esos ruidos se escucharán se tenía que esconder debajo de su cama sin hacer el más mínimo ruido.

Una vez que la pequeña dejo de oír esos golpes salió asomarse y al bajar vio como su padre estaba sometido por unos hombres de traje y su madre hincada con un arma a un lado de su cabeza.

Cuando menos se lo espero aquel hombre le disparo a su madre causando que la pequeña diera un fuerte grito el cual fue silenciado por la mano de uno de los hombres de su padre.

-Kristen noooo!!.- grito el padre de la niña al ver a su esposa perder la vida ante sus ojos el amor de su vida y madre de su única hija habia sido asesinada por una mafia contraria...

Actualidad...

Narra Sophia:

Me levanté de golpe, agitada y con sudor en la frente, mire a mi alrededor y me di cuenta por el reloj que tenía a un lado de mi cama que eran las 3:00 de la mañana el recuerdo de mi madre me atormenta, tenía 5 años cuando eso pasó ahora que tengo 10 años sigo soñando con lo mismo, odio tanto el trabajo de mi padre por qué por su culpa mi madre murió.

○○○

Mi nombre es Sophia Johnson tengo 10 años y estoy viviendo en Alemania, mi papá de llama Richard johnson, mi madre se llamaba Kristen Grey la realacion que tengo con mi padre puede decirse que es buena, mi padre siempre me trata cómo una princesa, cumple y cumplia todos los antojos que teniamos mi madre y yo, soy hija unica ya que por el trabajo de papá no querian arriesgar mas a otra personas, no niego que mi vida esta llena de lujos pero siempre me ah gustado ganarme las cosas por mi cuenta, tengo un primer nombre pero por un motivo muy personal no me gusta que nadie lo pronuncie ni se mencione.

Tengo una mejor amiga llamada Lindsay Walker sus padres trabajan en lo mismo que el mia asi que podemos estar juntas sin problema, mi padre pertence a la mafia Italiana pero estamos viviendo aqui en Alemania desde que tengo 2 años a lo que eh podido aprender a mi corta edad no puedo juntarme con niños que sean de mafias contrarias como lo serian los Alemanes y los Irlandeses, claro esta que con gente fuera de la mafia tengo derecho a imvolucrarme, actualmente me encuentro en una escuela común y corriente ya que le pedi a mi papá pasar desapercibida ante los demás.

Me habia alistado para ir a la escuela, cuando baje me encontre con Cristina, ella preparaba mis desayunos y era mi nana una vez que mi madre falto.

-Buenos dias nana.- le dije dandole un abrazo y un beso en la mejilla.

-Buenos dias tengas tu tambien mi niña, te tengo unos ricos hotcakes con mucho chocolate como a ti te gustan.- me dijo poniendo el plato en la mesa.

-Tal y como los hacia mamá.- le dije dando una sonrisa melancolica.

-¿Volviste a tener ese sueño verdad?.- me pregunto.

-¿Cómo supiste?.- le pregunte.

-Cada vez que tienes esos sueños hablas de tu madre.

-No puedo dejar de soñar esa noche en la que vi como ese hombre mato a mi madre.- le dije recordando ese momento en la que si no hubiera sido por Marcus el chofer otra historia seria...

Habia terminado de desayunar, papá casi nunca estaba muy temprano pero en las tardes siempre comíamos juntos.

Ahora me encontraba en la escuela con mi mejor amiga.

-Hoy vendran unos chicos nuevos.-me dijo con mucha alegria.

-Eso es bueno, a mi realmente no me interesa mucho.- le dije con una sonrisa.

Habian comenzados las clases cuando tocan la puerta.

-Buen dia jovenes, pasen y presentense.- dijo la maestra dejando ver a dos chicos uno de cabello negro y otro de cabellos rubios.

-Buenos dias.- dijo el de cabello negro y el otro solo hizo un gesto de saludo con la cabeza....

El amor conlleva dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora