Eres horrible

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Narra Sophia:

Ella me miraba fríamente.

-Dime ahora que hice.- le dije acercandome.

-¿Enserio sigues preguntando?.- me dijo.

-No entiendo.

-Eres una perra Sophia, te atreviste a besarte con la persona que me gusta.- soltó y entonces abri los ojos como platos... ¿Le gustaba?, Bill le gustaba.

-Yo no sabía que te gustaba.- solté.

-Claro que lo sabías y aún así te importo una mierda.

-Jamás me dijiste, aparte de que el me beso.- le dije.

-Te odio, no sabes cuánto te odio.- me dijo y eso me dolió.

-No quiero dejar de ser tu amiga.- le dije acercándome.

-Alejate de mi, solo te importas tu, no te importa nadie más.- me dijo.

-Arrodillate y pídeme perdón.- me dijo y yo la mire estupefacta.

-Eso es humillarse.- le dije.

-Solo así sabré que realmente estás arrepentida.- me dijo.

Y entonces me arrodille y ella sonrió ampliamente, con una sonrisa malévola, una sonrisa que jamás había visto.

-Te arrodillas tal como tu madre.- me dijo y entonces recordé esa escena y me levanté rápidamente.

La mire con mucho coraje, como se atrevía hablar de mi madre.

-Antes de hablar de ella debes de tener la boca limpia perra.- le dije y la abofeteo tan fuerte que sentí como mi mano se entumio y vi como Lindsay callo al suelo.

-Tu madre era una perra como tú.- me dijo mientras sonreía con la boca llena de sangré y entonces comencé a sentir como la sangre subía por mi cuerpo.

-Te voy a enseñar a respetar a mi mamá.- le dije y me acerque a ella y me subí encima y comencé abofetear su cara sin parar mientras ella me jalaba el cabello, estamos haciendo una escena donde todos los chicos y chicas de la escuela nos veían.

En un forcejeo Lindsay termino encima mío rasguñando mi mejilla causando que sangrara un poco y entonces regresamos a la misma posición, yo arriba de ella, la golpeaba tan fuerte que las lágrimas salían de mi rostro no del dolor o ardor por mi mejilla si no que ella sabía el dolor que causaba lo de mi madre y ella se estaba burlando.

Cuando iba a dar el último golpe sentí como unos brazos me tomaron de la cintura y pude ver a Bill frente a mi ayudando a Lindsay.

-Dios mío ¿Que demonios te pasa?.- me grito tan fuerte Bill que me asusto.

-Dile que te explique.- le respondí.

-Ella comenzó a pegarme de la nada, solo por qué mencioné a su mamá.

-Eso es mentira, cuenta la verdad.- le dije intentando safarme de los brazos de Tom.

-Ya me lastimaste mucho.- me dijo Lindsay haciéndose la víctima.

-¿Cómo pudiste?.- me dijo Bill mirándome con desprecio.

-¿No vas a creerle o si?.- le dije mirándolo.

-Creo que mi padre tenía razón al prohibir que nos juntáramos, tenía razón cuando dijo que ustedes no tienen piedad.- me dijo mientras sacaba un poco de papel higiénico para dárselo después a Lindsay quien me miraba victoriosa.

-Eso es mentira Bill, por favor creme, yo no tengo la culpa de nada.- le dije llorando.

-No llores, que no pienso creerte, quería formalizar lo nuestro por qué creí que eras la indicada pero ahora veo tu verdadero yo.- me dijo acercándose y entonces Tom me suelta.

-Bill.- le dije mientras las lágrimas recorrían mi cara.

-Y sabes que es lo que pienso.- me dijo poniéndose frente a mi.

-Que eres horrible- me dijo y entonces salí corriendo.

Me sentía tan humillada, tan dolida.

Narra Bill:

-Hey hermano, dice Sophia que nos quiere a todos en el jardín.- me dijo Tom y entonces nos fuimos todos pero cuando estábamos llegando vemos que era una pelea.

-Ese cabello se me hace familiar.- dijo Georg.

-Concuerdo contigo.- contesto Gus.

-Es Sophia y Lindsay.- grito Tom y entonces corrimos a separarlas, la brutalidad con la que Sophia le pegaba a su mejor amiga era increíble, pero era horrible.

Y horrible fue la última palabra que le dije antes de que se fuera corriendo.

-¿Eres idiota o que te pasa?.- me dijo mi hermano.

-¿Que fueron todas esas palabras bille.- me dijo Gus para después salir corriendo tras ella.

Georg solo me miró y se fue tras Gus.

-Espero que un día pueda perdonarte por qué si yo fuera ella no lo haría.- finalizo mi hermano para irse corriendo.

El amor conlleva dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora