Adiós

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Narra Sophia:

Me encerré en el baño de la escuela a llorar como una niña, esa misma niña que lloraba por la ausencia de su madre, jamás había vuelto a llorar como hoy, ver la cara de Bill, tan furiosa, la forma en la que me grito y se expresó de mi fue dolorosa, me ví al espejo y mis ojos estaban rojos me lave la cara y cuando salí ví a Tom, Georg y Gustav afuera del baño.

En cuanto me vieron me abrazaron.

-No estés así por el, Bill es muy tonto y fácil de manipular.- me dijo Gustav quitando los cabellos de mi cara.

-¿Pero que te dijo?.- me preguntó Georg tomando mi mentón para ver mi mejilla con el rasguñó.

-Hablo de mi mamá, hizo que me humillara hinchandome frente a ella para pedirle perdón por algo que no se que hice y luego dijo que era igual a mi mamá.

-Sabia que ella no tenía buenas intenciones desde aquella vez que te tomo con fuerza en el lago.

-Ah ella le gusta Bill.- les dije.

-Pero dudo que Bill quiera andar con ella.- me dijo Gus.

-Ustedes saben que no puedo tener ningún vínculo con el, ni siquiera con ustedes, pero ustedes me han demostrado que vale la pena romper esas reglas estúpidas.- les dije.

-Me sonrojas sophia.- me dijo Georg en una pose tímida poniendo su cabello detrás de su oreja y mirándome coqueto.

-Por ese tipo de cosas es que me arriesgo.- les dije sonriendo.

-Te vez mejor cuando sonríes.- me dijo Tom.

-Y tu igual amargado.- le dije dandole un pequeño golpe.

-El que se enamore de mi pierde eh.- nos dijo y nos comenzamos a reír.

-Tengo que explicarle lo que pasó.- les dije y ellos asintieron.

-Pero primero hay que ir a la enfermería.- me dijo Gus.

Una vez que salimos de la enfermeria, fuimos al jardín donde me había peleado con Lindsay y lo que mis ojos vieron fue suficiente para darme cuenta que yo podía ser reemplazada en un abrir y cerrar de ojos.

Me quedé pasmada ante la escena que mis ojos veían, y no, mis ojos no me estaban fallando.

-Por dios.- dijo Georg.

-Llevarsela.- dijo Tom a lo que Georg y Gustav me iban a tomar de los brazos para sacarme de esa situación.

-No, estoy bien enserio, puedo irme sola.- les dije con una sonrisa mientras una pequeña lágrima salía de mis ojos al ver a Bill besandose con la que decía ser mi mejor amiga.

°°°

Papá me había sacado de la escuela en la que estaba había dejado de ir hace una semana, aún seguía mal por lo que ví la última vez, así que cuando alguien intentaba mencionar el tema sobre como me sentía yo solo lo evadía con otra cosa y si... Los chicos venían a verme cuando mi padre no se encontraba, con ayuda de mi Nana ellos entraban sin que mi papá se enterará.

Ahora me encontraba en un picnic con ellos 3, Bill no me había buscado y ni yo a él y creo que así está bien...

-No puedo creer que está noche te vayas.- me dijo Tom.

-Pues lamentablemente si, saben voy a extrañarlos mucho.- les dije.

-Lo bueno que estamos despidiendo a la mejor amiga que podemos tener.- dijo Gus.

-Quien diría que terminaríamos siendo amigos de lo prohibido.- dijo Georg.

-Eso si, saben, no quiero que se queden con la idea que tienen de los italianos.- les dije.

-Jamás pasará eso.- dijo Tom.

-Se que ustedes deben seguir el camino de sus padres al igual que yo, pero de mi parte no quiero hacerlo...- les dije.

-Bueno entonces cuando asumamos nuestros cargos te buscaremos.- me dijo Tom.

-Algo que tienen los italianos es que somos buenos para escondernos.- les dije con una sonrisa.

-Y los nosotros somos buenos encontrando.- dijo Georg.

La plática seguía y seguía hasta que me llama mi Nana diciendo que regrese a casa por qué papá estaba apunto de llegar.

Me subí al auto de Georg por qué si el tenía auto por ser el más grande y llegamos a mi casa.

-Esto no es un adiós, es un hasta luego chicos.- les dije cuando baje del auto.

-Esperamos verte nuevamente Sophia.

-Y yo a ustedes.- les dije.

-Adiós.- me dijeron moviendo sus manos en forma de despedida.

-Adiós.- les respondí y camine a mi casa.

Una vez en el avíos cuando estaba apunto de despegar el avión de papá mire hacia la ventana.

-Adios Bill.- dije dejando escapar una lágrima por mi mejilla al recordar esa promesa...

-Me prometes que no seremos como nuestros padres.- le dije mientras lo miraba fijamente.

-Te lo prometo.- contesto.



El amor conlleva dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora