La chispa

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Narra Sophia:

Estaba con mis amigas contándoles todo lo que había pasado con Bill y lo mucho que me había molestado el hecho de que se casará con esa mentirosa.

Cuando llega Tom con los chicos y Conner muy agitados.

-Chicas, ¿Han visto a Bill?.- nos preguntó Georg.

-No. Respondimos.

-¿Pasa algo?.- preguntaron ellas.

-Bill sabe la verdad, sabe que Lindsay le mintió.- me dijo Tom.

-Pero cual es el problema es bueno que sepa la ¿verdad no?.- preguntó Erika.

-Salio muy molesto de la habitación, podría decir que puede matar a alguien sin pensarlo.- dijo Gustav.

-Entonces debemos encontrarlo.- dijo Elionor.

-Hay que dividirnos, Gustav y Erika vayan por la puerta principal.

-Marjorie y Tom vayan por la puerta de la cocina.

-Georg y Elionor, ustedes por la del estudio.

-Tu y yo vamos por el jardín.- le dije a Conner y sin levantar sospechas nos retiramos.

Buscamos por un buen rato pero no lo encontrábamos y nos volvimos a reunir.

-No están por ningún lado.- dijo Georg.

-¿Hablas de dos personas?.- preguntó Gustav.

-Una señora nos dijo que lo miro con Lindsay dijo que estaba discutiendo y salieron al jardín.

-Tengo un mal presentimiento.- dije cerrando los ojos.

-Nos creo que...- dijo Gustav.

-Espera.- dije tapando su boca para que me dejara escuchar.

-Estan cerca.- dije y salí corriendo para después me siguieran.

Corrí casi al otro extremo del jardín cuando me pare en seco al ver a Lindsay correr, cuando paso por nuestro lado nos miro mal así que corrí nuevamente y pude ver la silueta de Bill golpeando a un tipo para después pararse pero al mirar a la otra dirección ví como un tipo se levantaba con mucha dificultad y en su mano traía una navaja

-Bill.

-Cuidado.- grito Tom, así que corrí lo más rápido que pude y cuando sentí que Bill volteo puse la mano para detener el navajazo.

-Mierda.- dije al sentir el ardor en mi mano pero trate de ignorarlo y meterle el pie al tipo para después darle una patada y noquearlo.

-Sophia ¿estás bien?.- me preguntaron mis amigas

-Si.- dije.

-Pues tu mano dice lo contrario.- dijo Georg tomando mi mano para verla

-Yo la curo.- dije Bill tomando mi muñeca así que comenzo a jalarme pues oponía resistencia

-Dejame, estoy bien que no vez.- le dije molesta.

-Solo déjame curarte.- me dijo parándose en seco para mirarme.

También lo mire y solo asentí y rodé los ojos.

Todos nos miraban con intriga y eso me daba nervios.

Llegamos a una puerta donde nos estuvimos ya que saco una llave para abrir.

-Sientate, traeré el botiquín.- me dijo me senté en la cama.

-Te dije que estoy bien.- le dije cuando se sentó afrente a mi con las cosas

-Dejame tu terquedad, no quiero que se te infecte.- me dijo poniendo un poco de alcohol en un algodón.

-¿Puedo?.- me preguntó pidiendo que le diera mi mano,  lo mire mal y termine dándole la mano.

-Estoy dolerá un poco, si quieres que pare dime.- me dijo y después puso el algodón, sentí que me ardía demasiado pero no lo iba a demostrar.

-¿Por qué no dejaste que me apuñalaran?.- me pregunto una vez que puso una venda en mi mano.

-Quien pregunta eso Bill.- le dije quitando mi mano y levantándome.

-Pues yo.- le dije con obviedad.

-Cuando te dije que el juego había comenzado no me refería a eso idiota.- le dije mostrándole mi mano.

-¿Me odias?.- me preguntó.

-Mejor dime qué hacías peleando.- evite su pregunta.

-Bueno, es que estaba enfrentando a Lindsay y unos tipos se metieron, pero estoy bien.- dijo haciendo un movimiento brusco y después se quejo tocando la parte de sus costillas.

-Dejame ver eso.- le dije levantando su camisa y viendo que sus abdomen comenzaba a verse morado y entonces lo mire.

-Dejame adivinar, ¿Tu les ibas ganando?.- le dije con un tono de burla.

-Pues déjame decirte que si.- me dijo

- me dijo

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-Si claro.- le dije llendo a una mesa que tenía cuadros y vi una foto de nosotros cuando éramos niños.

-Aún la guardas.- le dije tomando la foto en mis manos.

-Jamás la tiraría, son el mejor recuerdo.- me dijo al oído.

-No puedo odiarte, aún que debería por no creer en mi.- le dije dándome la vuelta.

-Yo tampoco podía odiar a alguien que ame más que a mí vida.- me dijo tomándome de los hombros.

-Perdoname, fui un tonto al creerle.- me dijo.

-Eso mejor estar alejados Bill, tu te vas a casar.- le dije safandome.

-Nos, no quiero casarme con nadie si no eres tú.- me dijo tomándome nuevamente de los hombros.

-Solo te amo a ti.- dijo y me dió un beso, ese beso hacía algo dentro de mi que ni yo sabía que pasaba.

Creo que las mariposas florecen como las flores en primavera...




El amor conlleva dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora