"Un día solos " parte 2

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Narra Bill:

Ella me miró y sus ojos brillaban como dos grandes perlas.

-Perdoname por lastimarte.- le dije.

-Me dolió mucho que no me creyeras, no sabes lo horrible que sentí escuchar tus palabras.- me dijo mirandome.

-Lloraba cada día, los chicos ayudaban a darme ánimos, me sentía destruida, mi mundo se había desmoronado, me sentía mal el saber que perdía todo lo que amaba.- me dijo

-Se que fui un tonto, pero estoy dispuesto a cambiar eso, quiero enamorarte.- le dije y la tomé de las mejillas para que me viera.

-Bill, no necesitas hacer nada más, te sigo amando como la primera vez, no puedo vivir sin ti.- me dijo soltando una lágrima.

-Y yo no puedo vivir sin ti.- le dije limpiando sus lágrimas.

-Si un día no estoy búscame en la estrella más brillante que veas.- me dijo.

-Me volvería loco si te perdiera.- le dije y ella sonrió.

-¿Hasta cuando vamos a estar aquí?.-pregunto.

-Vamos a pasar todo un día juntos.- le dije.

-Mi papá se preocupará.- me dijo.

-Mamá lo arreglará, tu solo disfruta.

-Mejor vamos a un lugar más privado, ¿tienes hambre?.- le pregunté.

-Si, demaciado.- respondió tocando su estómago.

-¿De que tienes ganas?.- pregunté.

-Quiero una hamburguesa.- dijo mirándome.

-Bueno entonces pediré que preparen unas.- le dije sacando mi teléfono.

-No, espera.

-Quiero que las preparemos tu y yo.- me dijo.

-Entonces vamos al súper.

-Conozco uno por aquí cerca.-me dijo y salimos del bosque para el auto.

Conduje hasta un mini super que estaba casi solo, tomamos un carrito y comenzamos a poner las cosas que necesitamos.

-Mira lo que encontré.- le dije mostrándole un paquete de gomitas.

-¿Aún recuerdas cuando solíamos pelear por gomitas?.- me dijo mirando en paquete de gomitas.

-No lo olvidaría jamás.- le dije riendo.

Llegamos después de comprar a una cabaña que tenía mi padre en el bosque, Tom y yo solíamos ir cuando éramos niños pero dejamos de hacerlo por qué papá trabajaba demaciado y mi madre no estaba mucho en casa, pero eso no quita que alguien viniera hacer limpieza en ella.

-¿Te gusta?.- le pregunté.

-Se ve increíble.- me dijo admirando la cabaña.

-Bueno entremos que esas hamburguesas no se hacen solas.- dijo y comenzó a caminar.

Entramos y dejamos las cosas en la mesa.

Terminamos de comer y ella me miró.

-¿Pasa algo?.- pregunté y ella sonrió

-Solo no quiero que acabe esto.- me dijo y yo sonreí.




El amor conlleva dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora