Sacrificio

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Habían pasado tan solo dos días desde que se reunió con Kuma, ambos se encargaron de hacerle una pequeña tumba a la madre del pequeño a las afueras de la ciudad. Ahora, el Monkey mayor había ido a dar un paseo por las calles del centro con su hijo en brazos, le sorprendió que el ruido o el gran gentío no le afectaban en lo absoluto, parecía tan maravillado con el mundo a su alrededor, pero lo que más le llamó la atención, fue la gran plataforma de ejecución en el medio de la plaza central, la miró por un largo rato en tanto el mayor lo miraba a él.
El Líder Revolucionario estaba encantado y sorprendido con el pequeño, desde su piel de porcelana, hasta su habilidad de apreciar cada pequeño detalle de la vida, en estos días aprendió mucho de él, le gustaba que el viento sople contra su cabello y el sonido de las olas chocar en la arena para dormir, también le agradaba acostarse en su pecho, sentir el calor y el corazón de su padre.

Hoy el niño cumplía un mes de nacido, el Monkey mayor no había querido separase de su pequeño en ningún momento, jugaba con él y lo cuidaba de cualquier daño que pudiera hacerse, ahora estaba en el cuarto del capitán junto con Kuma, quien también ...

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Hoy el niño cumplía un mes de nacido, el Monkey mayor no había querido separase de su pequeño en ningún momento, jugaba con él y lo cuidaba de cualquier daño que pudiera hacerse, ahora estaba en el cuarto del capitán junto con Kuma, quien también había sido bastante protector con el menor, a diferencia de su padre, él no era tan serio, así que se le daba bastante bien sacarle carcajadas a la diminuta criatura.
–Ya deberías de pensar en un nombre, Dragon, ya ha pasado bastante tiempo–mencionó el mas alto, en tanto sostenía al bebé y lo alzaba, sosteniendo su torso con sus manos, esto le hizo reír, sonido que le causó una sonrisa a ambos adultos.
–Lo se, pero sigue sin ocurrirme nada, siento que es algo muy importante como para decidirlo en tan poco tiempo.
–Ya ha pasado un mes, no es poco tiempo–el Líder se quedó en silencio–Oye, ¿puedo preguntarte algo?
–Claro.
–¿Que harás con él?, no puedes quedártelo y no creo que quieras abandonarlo por ahí.
–Sigo pensando en eso, no quiero que crezca sin familia.
–¿Y si lo entregas a la Marina?, hay veces en las que los adoptan.
–No, quiero que mi hijo decida que hacer con su vida, que crezca como un niño normal y luego elija que camino seguir.
–Te mueres para que siga tus pasos–bromeó él oficial, sacándole una sonrisa al Monkey mayor.
–Mh...¿que te parece "Lu"?
–¿Ah?–exclamó, desconcertado.
–Su nombre.

El Bartholomew acuno al pequeño, meciéndolo en sus brazos, lo observó unos momentos, pensando y luego se dirigió a él nuevamente.
–Creo que tengo el nombre perfecto–dijo, pareciendo bastante convencido.
–¿En serio?, ¿cual?
–"Luffy", siento que le queda–Dragon miró a su hijo y sonrió, lo tomó entre los brazos de su subordinado y lo miró.
–"Monkey D. Luffy", me gusta–ambos quedaron unos momentos en silencio hasta que el Líder habló de nuevo–Kuma, envíale un cuervo al Héroe De La Marina.
–¿Que?
–Mi padre podrá encontrarle un hogar mucho mejor del que yo le daría nunca.
–Pero...¿te das cuenta que es posible que jamás vuelvas a verlo?, no sabes a donde puede llevarlo, ni si algún día saldrá al mar.
–Le irá mucho mejor siendo nieto de mi padre, que hijo mío, si se queda, crecerá como un criminal y no quiero que tenga una maldita recompensa por su cabeza.
–¿Que quieres que diga la carta?
–Que necesito ayuda con algo y que nos reunamos en algún lugar lejano.

En tan solo dos días, el Marine contestó a su mensaje, quedaron en verse en una isla inhabitada en el East Blue

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En tan solo dos días, el Marine contestó a su mensaje, quedaron en verse en una isla inhabitada en el East Blue. Partieron hacia allá, Dragon en un principio planeaba ir totalmente solo, pero su oficial no se lo permitió, terminando los dos navegando hacia el encuentro con la tripulación de Kuma.
Cuando ya faltaba poco para llegar a su destino, los dos Revolucionarios estaban hablando en la habitación del capitán.
–¿Sabes?, voy a extrañar a Lu–comentó el Bartholomew, mientras sostenía las manos del bebé, en tanto este se acostaba en la cama.
–Cuando crezca lo suficiente como para defenderse a sí mismo, estoy seguro de que se reunirán de nuevo, eres bueno con los niños, se llevarán bien.
–Pero en ese momento ya no será un niño, será un hombre echo y derecho–indicó, dejando pensativo al Monkey mayor con sus palabras–¿Que sucede?
–Nada, es solo que...ya sabes, me gustaría ser parte de su infancia, jugar con él, prepararle la comida y dejarlo dormirse hasta tarde en los fines de semana.
–Pensaba que nunca habías querido ser padre.
–Pero ahora lo soy.

Iban a seguir continuando con su charla, pero el barco se sacudió de manera abrupta, una bala de cañón había impactado muy cerca de ellos, Dragon y Kuma se levantaron, el primero se marchó de forma inmediata a la cubierta y el segundo escondió al pequeño entre un montón de mantas, para después seguir a su líder, trabando la puerta del cuarto desde afuera.
Vieron a un buque de la Marina acercarse y se movilizaron de forma rápida para comenzar a contraatacar, pero aún así, los soldados lograron colocarse lo suficientemente cerca, como para subir e infiltrarse en el navío de los Revolucionarios, una fuerte lluvia azotaba contra el mar, dificultando el combate entre ambos bandos.
Dragon y Kuma les ganaban por mucho a cualquier de ellos, la mayoría no lograba ni tocarlos, todo indicaba a que los criminales ganarían, hasta que el Monkey escuchó el llanto de su bebé demasiado cerca como para provenir de adentro.
–¡T-Teniente, hay un n-niño en el barco!

Grito uno de los Marines, quien tenía al pequeño en sus brazos, cuando se percató de que poseía la atención de los dos hombres más fuertes del lugar y notando sus rostros enojados, por impulso, o tal ves por mero despecho de la derrota, sacó un cuchillo de su cinturón y lo colocó cerca de la cabeza del bebé, vio como el Líder comenzaba a caminar hacia él y solo se atrevió a retroceder, el mango temblaba en sus manos.
–¡N-No se a-acerquen o j-juro q-qu-!–no logró terminar de hablar, una fuerte ola de Haki Del Conquistador impacto a todos los Marines presentes.

Dragon se agachó y tomó a su hijo de los brazos del hombre apenas consciente, al cerciorarse de que su Luffy no tuviera ninguna herida o daño, se tranquilizó lo suficiente como para tomar el cuchillo de las manos del soldado y en un solo movimiento, desgarro su cuello, pasó la cuchilla por la piel hasta separarla, cortando los músculos y finalmente romper las vértebras, no le tomó más que un par de segundos quedar empapado de sangre, que era limpiada con las frías gotas de lluvia.
–Kuma, tú y tu equipo lancen los cuerpos al mar, y luego hundan el maldito buque, hay que seguir con nuestra ruta para poner a salvo a mi hijo.

Fue en el momento que escuchó a su pequeño llorar entre los brazos de ese repugnante soldado, que se dio cuenta que tomaba la decisión correcta, no permitiría que nunca nadie volviera ponerle algún dedo encima a Luffy en su presencia, aunque eso le costará no formar parte de su vida por ahora.

Vida bajo cargoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora