Llamadas y noticias

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El Den Den Mushi no dejaba de sonar, pero nadie se atrevía a atenderlo, estaban sumergidos en su propio mundo, tratando de no prestarle atención al silencio que se cernía después de la partita de Luffy.
Los Piratas De Barbablanca, acordaron con el Portgas que él se quedaría mientras que ellos partirían y que volviera al Moby Dick cuando estuviera listo, dejándole a Striker.
Jinbe, cansado del sonido tan irritante, contesto, sabiendo perfectamente que la llamada provenía de la Marina.
–¡Por fin!, llevan varios días de faltas sobre los informes y no puedo seguir rellenando esto con mentiras–se escucho una voz aliviada del otro lado de la línea, la cual el Gyojin no tuvo dificultades en reconocer.
–La misión terminó, Garp–fue lo único que pudo salir de la boca del pirata.
–¿Que?, ¿a que te refieres?, pásame a mi nieto, necesito hablar con él–el de tez azul guardo silencio por varios momentos, sin atreverse a responder, siempre fue conocido como un hombre fuerte e inquebrantable, pero en ese instante, sus ojos no dejaban de lagrimear.
–Luffy...falleció hace un par de días, reto a un duelo a sus hermanos y...perdió–la voz de Jinbe era rota y entrecortada.

El Vicealmirante no pudo decir nada por largos momentos, el Monkey menor antes de partir de la base, se lo había dicho, él no volvería, pero aún así, Garp tuvo la esperanza de escuchar su risueña voz aún que sea solo una ves más.
–Diríjanse a la Isla Dawn–ordeno, sin que nada aparte de eso saliera de su garganta sin ser acompañado de un sollozo.

El pirata colgó y fue a desanclar el barco, buscó a Nami y ella trazó la ruta más rápida, para después darles un pequeño aviso al resto y como era de esperarse, nadie puso resistencia, en tan solo una semana estarían allí.

Llegó la hora de la cena, en esos días, todos en el Sunny habían perdido el apetito por completo, pero aún así, Sanji se levantaba temprano y les cocinaba de igual manera porciones mucho más pequeñas comparadas con las de antes, pues sabía que nad...

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Llegó la hora de la cena, en esos días, todos en el Sunny habían perdido el apetito por completo, pero aún así, Sanji se levantaba temprano y les cocinaba de igual manera porciones mucho más pequeñas comparadas con las de antes, pues sabía que nadie podría terminárselo, pero aún así les ponía una muy cuidadosa dedicación.
Les planeaba preparar un postre de frutas a todos, ya había puesto los utensilios y platos que usaría, ahora solo le faltaba elegir las frutas, se dirigió a la alacena para tomar las más frescas, pero en el momento de colocar su mirada en ellas, notó una muy particular, la tomo entre sus manos y al observarla bien, se dio cuenta del por qué de su extraña forma y color. A los segundos, cayó de rodillas y la sujetó junto a su pecho, era la Fruta Del Diablo de su capitán.

Pasaron cinco horas desde aquel descubrimiento, el rubio no se atrevió a continuar cocinando y solo se quedó a un lado de la alacena, hasta que tuvo el suficiente valor de ir hacia la antigua habitación del Monkey

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Pasaron cinco horas desde aquel descubrimiento, el rubio no se atrevió a continuar cocinando y solo se quedó a un lado de la alacena, hasta que tuvo el suficiente valor de ir hacia la antigua habitación del Monkey.
Se mantuvo unos momentos en la puerta y luego entró, todo estaba oscuro y había un ambiente frío. Dio unos pasos adelante y dejó la Gomu Gomu encima de un mueble, para después sentarse. Ya toda la tripulación se había enterado de la de su nuevo destino, el lugar donde su amado capitán...sería sepultado.
El de cejas peculiares se sentía tan solitario, conoció al contrario hace ya cuatro años, se había acostumbrado desde que tenía 15 a prepararle sus carnés favoritas y algunos postres de merienda, dejo su hogar por él, se unió a la Marina por él, se volvió mucho más fuerte solo por él, su cabeza no podía parar de pensar que nada había valido la pena, pero sabía perfectamente que eso no era cierto, cada segundo qué pasó con su Lu, mereció esos sacrificios, no se arrepentía en lo absoluto de conocerlo, más aún el tiempo en que se dedicó a admirar esa hermosa sonrisa que tuvo en su rostro en sus últimos días.

El de cejas peculiares se sentía tan solitario, conoció al contrario hace ya cuatro años, se había acostumbrado desde que tenía 15 a prepararle sus carnés favoritas y algunos postres de merienda, dejo su hogar por él, se unió a la Marina por él, s...

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Faltaba muy poco para llegar a la Isla Dawn, a pesar del gran clima y la pasividad del agua, el rostro de los tripulantes del Sunny seguía igual, cargando una enorme pena que poco a poco los consumía más.
Usopp estaba sentado en el columpio cuando vio a una gaviota mensajera pararse adelante de él con un periódico, solo rebuscó entre sus bolsillos y le dio un par de Berries, para luego tomar el papel y comenzar a leerlo, en busca de distraerse, pero sus ojos se abrieron de par en par al leer la portada:
"Almirante Monkey D. Luffy, es asesinado.
Monkey D. Luffy, el terror de cualquier pirata, conocido por hacerle frente a Yonkous y haber salvado a cientos de reinos.
Como es sabido, un hombre noble que en busca de enmendar su error en la guerra de MarineFord, zarpó para atrapar a los dos crimínales que dejó ir la primera ves, Sabo El Revolucionario y Puño De Fuego, pero lastimosamente, fue aniquilado hace tan solo una semana, a mano de esos dos monstruos y siendo traicionado por su propia tripulación, convirtiéndose en una banda pirata, poseyendo de signo una bandera con sombrero de paja, ¿será esto una burla?"

El francotirador se levantó y fue a buscar un Den Den Mushi, le interesó poco o nada ahora ser considerado un enemigo de la Marina, llamó al Cuartel General y apenas contestaron, habló.
–¡¿Que carajos les pasa?!, "Traicionado por su propia tripulación", ¡¿en que mierda pensaban al poner eso?!–grito con gran ira, se le era insignificante ser o no ser Marine, pero no soportaba leer que había traicionado a su capitán.
–Tranquilo, Usopp, es mejor que sea así–el de cabello rizado se sorprendió un poco al notar que la voz del otro lado del teléfono era Kuzan.
–¿Como mierda se enteraron?–indagó, calmando su tono al ser alguien conocido quien respondió, pero se seguía notando aquella gran impotencia en su voz.
–Un cadete de bajo nivel escuchó la llamada que el Vicealmirante Garp tuvo con Jinbe, la razón del por que los dejaron a ustedes como los malos es porque saben que sin Luffy, no pueden controlarlos, sería un dolor de cabeza tener que tratar con ustedes sin alguien al frente que sea capaz de lidéralos–explicó con tranquilidad, al percatarse de la ausencia de respuesta del otro lado de la llamada, continuó hablando–Como sea, aprovechando que puedo hablarles, quería preguntar a donde se dirigen, quisiera...ver a mi amigo una ultima vez.
–¿Como se supone que podemos confiar en ti?, ahora somos los villanos de tu historia–exageró, aún ofendido por el periódico.
–No tienen que preocuparse de mi presencia, voy a renunciar a la Marina–confesó el Faisán Azul.
–¿Que?, ¿por que?
–La muerte de un Almirante complica aún más las cosas, ya había un caos después de lo de la guerra y sumando esto, voy a tener demasiado trabajo, además de que sin el tonto de Luffy, este estupido despacho se siente...vacío.

Vida bajo cargoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora