Muerte y vida

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El capitán se mantuvo callado por el resto del camino, mientras que su tripulación conversaba con los revolucionarios, los cuales algunos se habían quedado a cuidar el Sunny en caso de algún ataque, obviamente los soldados trataban de hacer conversación con él, haciéndole algunas preguntas casuales, después de todo, ¿quien no tendría interés de hablarle al único hijo del criminal más grande del mundo?, aún así, el azabache no decía nada, no estaba de los mejores ánimos para ser amable.
Pasaron por la fortaleza sin ningún problema gracias a la guía que recibían, hasta que llegaron a solo un pasillo de la oficina del Líder Supremo.
–Iré con él, estando solo, quédense aquí–ordenó el Monkey, a lo que el resto asintió sin dudarlo.

El azabache camino por el pasillo y abrió la puerta, que a los pocos pasos, se cerró tras de sí, observó el lugar con cautela, era una oficina espaciosa, tenía un escritorio y, varias estanterías con libros y mapas, pero lo que verdaderamente llamo su atención, fue el balcón que estaba contrario a la entrada, las cortinas que poseía se encontraban cerradas, pero se alcanzaba a distinguir una silueta alta e imponente, supo inmediatamente de quien se trataba. Comenzó a caminar en dirección al hombre, daba pasos lentos y cuidadosos, como si tuviera miedo de que su presencia se hiciera notar, estuvo algunos instantes quieto a pocos centímetros de la cortina, tomó aire y la abrió, observando que delante de él había un hombre de espaldas, tenía el cabello largo y un gran abrigo de color verde oscuro.
Trago con fuerza, el contrario ya se había percatado de su asistencia, pero no le pareció lo suficientemente relevante para voltearse, hasta que el menor habló.
–¿Papá..?–su voz autoritaria que había adquirido en la Marina, fue remplazada por una pequeña y aguda, temeroso de hacer mucho ruido.

Dragon al oírlo, se dio la vuelta, para observar al adolescente, el asombro era más que evidente en su rostro, pero no había desagrado, eso alivio al menor.
–Luffy–murmuro, mientras se acercaba a él–En serio eres tú–el mayor seguía más que atónito, sin creer lo que estaba viendo.

El pirata se había prometido a sí mismo que bajo ninguna circunstancia actuaría de manera impulsiva, siendo que se enfrentaba a alguien tan fuerte como lo sería el Líder Revolucionario, pero se tuvo que desobedecer y abrazó al mayor, sorprendiéndolo aún más, aún no tenía claro la idea que tenía sobre él, lo único que sabía es que había esperado ese momento por 17 años, el por fin sentir el calor de su progenitor, supo que tomó la decisión correcta cuando el contrario correspondió al abrazo.
–¡Estas vivo!–celebró el adulto con una gran sonrisa, no estaba acostumbrado a ser muy expresivo, pero se trataba de su hijo.
–¿Tu no estas..?, ya sabes, ¿enojado?–cuestionó con timidez.
–¿Por que estaría enojado?, maldita sea, Luffy, estas aquí–recalcó con alegría.
–Pero me uní a la Marina, mate a escuadrones enteros tuyos.
–No me interesa nada de lo que hayas echo, estoy tan feliz de por fin conocerte.

Los dos se abrazaron por un buen rato, el menor recibiendo varios besos en la frente y halagos por parte de su padre, luego de separarse, se quedaron mirando al mar desde el balcón, mientras hablaban de todas las cosas que se les venían a la cabeza, el menor era quien más conversaban y su papá se le veía feliz de escucharlo, hasta que el pirata pregunto algo que el contrario no esperaba.
–Oye, papá.
–¿Mh?
–Tu...¿por que me abandonaste?
–¿Que?
–Me dejaste a cargo de Garp, siento que pudiste esperar un poco más para que al menos pudiera recordarte.
–Lu, quiero que sepas que no fue una decisión fácil.
–¿Pero que te llevo a eso?, en ese momento, el Ejército Revolucionario no tomaba tanta fuerza, solo llevabas 5 años de mandato–el Monkey mayor pudo notar la frustración en su rostro y voz.
–Déjame explicarte como sucedió.

–Déjame explicarte como sucedió

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Hace 17 años atrás, el D. se encontraba en una misión en el North Blue cuando su Den Den Mushi comenzó a sonar, al contestar escuchó la voz de Kuma del otro lado.
–Dragon, debes venir a Loguetown.
–¿Por que?, ¿qué sucede?
–Unos Marines atacaron una parte de la ciudad y una mujer embarazada quedó gravemente herida, la estamos atendiendo, pero no estoy seguro de que sobrevivirá.
–Sigo sin entender.
–Dice que el hijo que lleva es tuyo–el Revolucionario mantuvo un silencio corto antes de hablar.
–Como...¿como se llama la mujer?

Kuma le respondió y el de verde reconoció inmediatamente el nombre, una cazarrecompensas la cual conocía desde hace varios años, con quien se tuvo que separar gracias a su decisión de comenzar con su Ejército, pero la última ves que la había visto había sido hace...8 meses. Le dijo a su oficial que estaba en camino y fue corriendo a donde el navegante del barco para fijar el rumbo al East Blue.
Fueron dos largas semanas en las cuales había intentado contactar con Bartholomew de todas las formas posibles, pero no recibía respuesta, en el momento en que por fin llegó a Loguetown, fue inmediatamente al barco que Kuma utilizaba, en la cubierta vio a unos soldados jugando cartas, estos al percatarse de él, se levantaron, no hizo falta de preguntar, siendo que estos apuntaron a la cámara de capitán.

Dragon fue y entró sin mucho rodeo, viendo que su oficial estaba de espaldas, la habitación aparte de él, estaba vacía y en la cama habían grandes manchas de sangre.
–Kuma...¿donde están?–indagó más que preocupado. El de cabello rizado se volteó, dejando ver el cúmulo de mantas que tenía en sus brazos.
–Por fin estás aquí, el Den Den Mushi se rompió y no pude seguir llamándote–hablo el mas alto con alivio.
–¿Ese es..?–no logró terminar de formular la pregunta, pero el contrario asintió con una sonrisa, que desapareció a los pocos segundos.
–Lo lamentó, pero la mujer falleció, comenzó en labor de parto antes de cumplir los 9 meses y sumando las heridas que tenía al rededor de todo su cuerpo, no aguantó la pérdida de sangre, pero pudimos salvarlo a él.
–¿Él?–cuestionó el Monkey, aún tratando de procesar la muerte de su antiguo amor y la vida de su ahora hijo.

Se acercó a su subordinado y este le entregó al pequeño con cuidado, Dragon apartó un poco las mantas para verlo mejor, un niño precioso que abrió los ojos al sentir el tacto de su padre.
–Es adorable, ¿no crees?–comento Kuma.

El contrario guardó silencio, solo se dedicaba a observar a la diminuta criatura en sus brazos, este le devolvió la mirada y a los pocos segundos, rio, sin ninguna razón aparente, tal ves solo la presencia de su padre. El labio del Líder Revolucionario tambaleó y abrazó más al azabache, jamás pensó en formar a una familia, pero a los pocos momentos de sostener a su bebé en brazos, lo adoro, aquel pequeño se ganó su corazón entero con solo una pequeña sonrisa.

Vida bajo cargoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora