Ya había pasado una semana desde que vio a sus hermanos, comenzaba a extrañarlos, se preguntaba si acaso ellos sentían lo mismo o aún no se daban cuenta de su ausencia, o mucho peor, que lo hayan dado por muerto.
Tenía terror de que nadie se molestara en buscarlo, no le tenía miedo a la muerte, pero si a morir sin haber echo nada por cumplir lo que siempre había querido tener.
En unas horas más en las que estuvo solo con él mismo más tiempo de lo que le gustaría, escuchó como abrían la puerta y se volteó por instinto, aunque no importara mucho ya que seguía con aquella venda en los ojos que le habían puesto desde que se fue del lado de los piratas de Bluejam.
Percibió que amarraban su cuello y lo tiraban nuevamente, asfixiándolo un poco, tropezaba con cada paso que daba, pero le alivió sentir la luz del sol chocar contra su cuerpo, que seguramente se encontraría pálido gracias a la ausencia de este en la semana qué pasó encerrado en el navío.
Por fin pudo detener su paso, pero algo seguía inquietándolo, comenzó a oír muchos murmullos, le quitaron la venda, no pudo evitar tapar sus ojos, la repentina luz lo lastimaba y cegaba, se tomó varios momentos para observar el lugar y acostumbrarse a lo iluminado que estaba, era un sitio bastante elegante y al frente de él, habían varios hombres ancianos, pero lo que le inquietó más, fue ver a Garp entre todos ellos.
–¡Abuelo!–exclamó, mientras trataba de ir a donde él, pero la cuerda con la que estaba amarrado, se lo impedía, pensó que trataría de acercarse, pero el Vicealmirante, solo bajo la cabeza.
–Monkey D. Luffy, estas frente al Gorōsei, la élite de todo el Gobierno–presentó un señor que tenía una gaviota posada en su gorra y barba trenzada.
–Y-Yo...¡yo no hice nada!, ¡j-juro que no he echo nada malo!–grito el pequeño, mientras forcejeaba contra la soga, estaba aterrado, no por el consejo, si no por el rechazo de su propio abuelo, lo hizo sentirse solo, como en un juicio sin defensa.Alguien toco su hombro para que dejara de hacer fuerza, se estaba lastimando, pero no le interesó, hasta que esa misma persona lo soltó.
–Kuzan, ¿qué haces?–pregunto uno de los ancianos, específicamente el único que estaba de pie, poseía un gran bigote.
–Ya está bastante herido, no creo que quieran que muera antes de formar una opinión de él, además, no se ve como alguien muy peligroso.El consejo le dio la razón y solo lo dejaron arrodillado en el piso, al lado de los pies de los dos Marines que lo acompañaban.
–Niño, responde, ¿desde cuando has tenido contacto con este hombre?–indagó el de rastas, pero solo obtuvo silencio.
–Luffy, responde–ordenó el Monkey mayor.
–Tu cállate–dijo, en tanto levantaba su vista para observarlo con rabia y luego mirar a los ancianos–Algunos meses.Lo comenzaron a bombardear con preguntas, que solo tardaba segundos en responder, sabía que no valía la pena mentir, les dijo como lo contactaron, que hablaban en las cartas, donde estaban y quienes más sabían de todo aquello.
–Por último...¿como fue que pasaste a la custodia del Vicealmirante, Monkey D. Garp?
–Bueno, hasta donde tengo entendido, papá cuando yo apenas tenía un par de meses de haber nacido, busco a mi abuelo y solo me puso en sus brazos, se marchó y no supe nada de él hasta ahora...yo ni siquiera sabía que tenía un padre.
–Dices que tienes hermanos, ¿ellos también son sus hijos?
–No, con Ace y Sabo somos familia de juramento, pero me han protegido de todo, no estaría vivo de no ser por ellos.El Gorōsei se miró entre sí y le dio una señal a Aokiji, este se arrodilló y amarró sus muñecas con la soga, pero cuidó en no apretar mucho el nudo, se retiró de la habitación al mismo paso que el azabache caminaba, para no arrastrarlo con la cuerda.
Ahora estaban solo ellos dos, el otro Marine solicitó quedarse para dar su opinión, sin antes dirigirle una mirada de repugnancia.
Kuzan lo llevo hasta unas celdas oscuras que olían a humedad, abrió una y lo hizo pasar, el pequeño se sentó en los asientos de piedra que habían, pero el mayor, en ves de cerrar y vigilar afuera, se sentó a su lado con tranquilidad.
–Verdaderamente que estas en problemas, chico.El Monkey lo miro, aquellas palabras lo hicieron desatar una gran ola de emociones que causó que estallara en llanto, uno que se había estado conteniendo desde que los piratas de Bluejam lo capturaron.
–L-Lo arruine t-todo, el abuelo, mi padre, mis hermanos, e-ellos estarán en p-problemas por mi egoísmo–el Marine lo observó unos segundos, para luego suspirar.
–Tu no tienes la culpa de los crímenes de tu padre, no tienes el por qué cargar con ese peso, pero los idiotas de allá arriba, no piensan lo mismo.
–¿Q-Que carajos s-será de mi?
–En el mejor de los casos, te convertirán en infante de Marina.
–Yo jamás me u-uniría a ustedes–declaró, su voz rota seguía en él, pero su tono se convirtió en uno firme, convencido.
–¿Y verdaderamente crees que tendrás elección?, en este instante, todo tu futuro está en manos de ellos, ahora solo eres un condenado más.
–Jamás seré un esclavo suyo–de nuevo ese tono seguro de sí mismo, el adulto cruzó los brazos en tanto apoyaba más su espalda contra la fría pared.El Den Den Mushi del Vicealmirante sonó y este contestó.
–Tráelo–fue lo único que se dijo desde la otra línea para después colgar.
El de tez oscura guardó el caracol y tomó el otro extremo de la soga que aprisionaba al menor.
–Debemos de ir rápido, así que trata de ir a mi paso, no quiero tener que arrastrarte como a un perro.Siguió al hombre y de nuevo estaba en aquel cuarto tan elegante, entró con la mirada baja y escuchó a uno de los ancianos hablar.
–Niño, se enviará una Buster Call a tu isla y luego serás enviado a Impel Down–decreto, informando la decisión que tomaron.
–¿Que es una Buster Call?–pregunto, asustado, pero con una clara curiosidad.Sengoku estaba preparado para aquella pregunta y solo le arrojó varías fotos a sus pies, cientos de islas destruidas, siendo consumidas por el fuego, parte de registros secretos y de difícil accesibilidad.
En el momento de verlas, tropezó hacia atrás, horrorizado al tan solo imaginar a su hogar de esa manera.
–¡N-No pueden hacer e-eso!, ¡allí viven personas inocentes!–exclamó–Esta Ace, Sabo, Dadan y los bandidos, el alcalde y Makino...–comenzó a murmurar, desesperado, aunque el último nombre le llamó la atención a uno de los del Gorōsei.
–¿Makino?–había escuchado los otros, pero ese era nuevo.
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Vida bajo cargo
FanfictionMonkey D. Luffy siempre fue un espíritu totalmente libre, indomable y feroz, como una ola chocando contra la costa, pero había algo que lo limitaba, amor, él lo sacrificaría todo por amor. Universo alterno. (Luffy Marine) Contiene escenas violentas...