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Agosto/2022 📍The Angels
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La cosas habían vuelto a hacer igual Hassan llegaba absurdamente tarde a la casa, a veces llegaba tomado o drogado, con las manos llenas de sangre o de marcas que daban a entender que había golpeado a alguien, también llegaba con marcas en el cuello rojizas y marcas de labial en sus camisas. Nimrod quería reclamarle pero no podía porque él no era su novio ni nada.
Alaska ya no vivía en la mansión con Nimrod la rubia se había mudado a un departamento que Antonio le habia obsequiado, a veces Nimrod iba a visitarla para quitarse el aburrimiento. Pero hoy había sido diferente todo el día se quedó acostada en la cama sin ganas de levantarse para nada.
Ya eran las 12 de la noche y ella estaba viendo una película x que estaba pasando por la tela, estaba tan entretenida viendo la película qué no noto cuando Hassan llegó hasta la habitación, tenía una cara de enojo que ni el mismo diablo se atrevia a hablarle. Noto la pequeña figura de Nimrod metida en l cama pero no fue a saludarla la ignoro.
Nimrod lo noto y decidió ella ir a saldarlo. Sus pies tocaron el frío piso de la habitación hasta llegar al baño donde Hassan estaba recargado en el lavamanos, noto la mirada de Nimrod pero no cambio su expresión que tenía en el rostro.
Nimrod le hizo una seña con sus dedos que llegaban hasta sus labios.
—no, ahorita no Nimrod estoy muy cansado y no tengo ganas— comenzó a caminar hacia su armario para sacar su pijama y volver al baño.
Nimrod examinó todo su cuerpo quería ver si no tenía una marca en su cuello como siempre, o algún beso marcado en su camisa o brillo labial en sus labios, pero extrañamente no tenía nada estaba completamente igual que como se había ido. Su mirada bajo hasta sus manos que estaban bañadas por un color rojo potente. Se tardó unos segundos en adivinar que era las manchas que tenía hasta que por fin pudo descifrar de que se trataba.