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Agosto/2022 📍Los angeles
Roberto llegó al lugar donde Nimrod estaba, sus llantos hacían eco por todo el lugar él joven hacia gestos de asco cada que veía algunas imperfecciones por la abandona casa. Antes de entrar se acomodo su traje costoso y sus lentes.
Cuando entro pudo notar el horrible estado en el que estaba la chica, tenía los labios secos, su piel estaba sucia al igual que su pelo, y su cuerpo tenía algunos golpes que él había mandado a hacerle, sintió mucha satisfacción al verla así quería que Hassan sufriera.
-por favor, por favor, déjeme irme prometo no decir nada- la voz de Nimrod sonó muy seca.
-no lo creo princesa- saco un cigarro de su saco y lo prendió- tú eres muy importante para mí en estos momentos, vas a lograr que mis planes contra los Laija salgan a la perfección.
Nimrod lo miro extrañada-no, por favor, déjeme ir-
Roberto negó varias veces con enojo.
-no, y pensándolo bien ya que estás aquí hay que divertirnos un poco- chasqueo los dedos y en menos de unos minutos llegó uno de sus empleados.
Ordenó que le quitarán las cuerdas de encima, dejo que la chica se estirara un poco para luego acercarse a ella con mucha ansias y jalarla del brazo para acercarla más a él, empezó a atacar su cuello con mucha pasión le provocó mucho asco a Nimrod lo que estaba haciendo lo intentaba empujar pero sus fuerzas no eran muy fuertes.
Junto mucha fuerza y lo empujó, lo miro con mucho miedo, su respiración estaba muy agitada.
-maldita, no me vuelvas a tocar-
Roberto se acercó a Nimrod y le soltó una cachetada fuerte que hizo que la chica callera al piso para darle una patada en su estómago, la chica gritaba fuertemente esperaba que alguien de los que estaban a fuera entrara pero no, sabía que ninguno iba a entrar porque trabajan para él.
