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Enero/2023 📍 Guadalajara
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—entra pequeña— Nimrod se hizo a un lado para que su hija pasara.
las niña y la mujer entraron a su hogar que las recibía con un delicioso olor de pan recien hecho y con comida igual, para Nimrod vivir en la granja era de sus cosas favoritas ya que siempre estaba rodeada de olores deliciosos.
Se acercó a la Estella que le sonreía con una de esas sonrisas que para Nimrod eran muy curanderas.
—¿Cómo está la mujer más linda de todo el mundo?— la pelinegra se acercó a la mujer mayor.
—haces que me sienta más joven Nim—bromeo.
Nimrod le dio un beso en el cachete y se sentó en la mesa acostando su cabeza en la mesa quería dormir pero tenía que ir a su otro trabajo.
Quitó la peluca que tenía puesta dejando libre a su rebelde cabello rosa que siempre escondía con pelucas ya que desde que llegó a Guadalajara quiso mantenerse bajo perfil todo y no llamar la atención porque obviamente no iba a pintarse el pelo, amaba su color rosa.
Tuvo que levantar la cabeza cuando sintió unos pequeños golpes en su nuca dando a conocer que ya iban a comer.
—vayan a lavarse las manos las dos— las dos chicas negaron con la cabeza divertidas—es una orden vayan o no les doy pastel.
Cassie y Nimrod salieron corriendo de sus lugares hacia al baño a lavarse las manos ya que si querían del sabroso pastel que Estella hacia. La mujer las veía con mucha ternura ya que las dos se parecían mucho, volvieron a la mesa a sentarse y comer entre platicas y risas por las acciones que la menor hacia.
Después de comer iban a comer el famoso pastel que la mujer había hecho pero Cassie se había dormido en el sillón mientras veía una película de unicornios, Nimrod la subió a acostar a su habitación, la oropo y le dio un beso de buenas noches ya que si se despertaba ya no la vería.
—ya que se durmió el torbellino de Cass podemos platicar por fin— Estella miraba fijamente a Nimord.
—¿De que quieres hablar?—se removía incómodamente.
—de que tú novio volvió a hablar a tu número como mil veces— saco el celular de la pelirosa y se lo enseño.
—¿Qué?—
—se ve que te extraña mucho—
—lo se, pero yo a él no, así que si habla una o mil veces no me importa yo ya lo supere y espero que él también— hablo firmemente aunque las dos sabían que en el fondo la chica extrañaba a Hassan pero obviamente no lo iba a decir ni demostrar.
—bueno, ¿Hoy vas a trabajar?— Nimord asintió.
Nimrod había volvido a su antiguo trabajo de bailarina ya que era lo único que sabía que hacer bien y iba a aprovechar eso para poder sobrevivir ella y su hija.
˗ˏˋ ♡ ˎˊ˗
Nimrod estaba en su camerino alistándose para su salida a su espectáculo, desde que ella llegó el lugar se había vuelto un lleno total y el dueño que era amigo de su ex jefe estaba muy agradecido con ella.
Paso por última vez la brocha por su cara e inhaló el polvo blanco que le habían obsequiado para que estuviera en el ambiente y durará más.
El anunciador anuncio el espectáculo de Nimrod por lo que se escucharon millones de aplausos, chiflidos y las peores frases que se podrían imaginar.
Cuando por fin salió todos la miraban con mucha pasión y lujuria que provocaban se sintiera admirada y deseada por todos esos hombres Nimrod.
Comenzó a restregar su cuerpo en el frío metal que tenía enfrente al ritmo de la canción que sonaba de fondo que le costaba mucho escuchar ya que no se oía nada por todo el ruido que los hombres provocaban. Baja, subía, le lanzaban dinero, movía su trasero y algunas veces se acerca a los hombres que estaban enfrente para aumentarles más la excitación que tenían, así estuvo por una hora hasta que se acabo su espectáculo y bajo del escenario para acercarse a las mesas para estar con alguno de esos sujetos o para que le dieran una que otra rosa.
Todos la miraban atentamente y seguían sus pasos, se acercó a una mesa donde un sujeto la agarró de la cintura y la sentó entre sus piernas.
—estuviste genial ahí linda— puso la flor roja individual entre sus pechos y volvió a hablar— me gustaría ir a una habitación contigo—
Nimrod miro al sujetó que aunque por la iluminación no se observaba con claridad pudo notar que era una persona joven, bastante guapo y parecía que tenía dinero, por lo que ella acepto levantándose de dónde estaba y agarrándolo de la mano para llevarlo hacia donde eran las habitaciones.
Antes de llegar sintió una sensación de que alguien la observaba por lo que ella volteo a ver de qué se trataba pero no encontró nada.
—¿Te encuentras bien hermosa?— el hombre le hablo en el oído dándole un beso también.
Ella asintió y volvió a caminar sintiendo todavía esa sensación atrás de ella pero no quiso indagar más pues está noche se iba a divertir muy bien.
