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Enero/2024 📍 Guadalajara
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Nimrod salía de la habitación mientras se acomoda su blusa escotada no podía decir que habia sido su mejor polvo de la noche pero era lo que había.
Llegó hasta la barra y saludo al cantinero con la cabeza este ya la estaba esperando con su bebida servida pues desde que llegó él se había convertido en uno de sus amigos más leales del lugar y ya comenzaba a conocerla mejor.
—¿Cómo te fue?—pregunto el chico mientras limpiaba la barra.
—fatal— dio un trago a su bebida— estuvo todo feo pero al menos me dio un buen dinero, con esto ya voy a poder pagar el kinder de Cassie y comprarle algo—
El chico de nombre Matías era uno de los únicos que sabía de la existencia de Cassie y admiraba mucho a Nimrod por trabajar día y noche para mantener a la pequeña.
—bueno, te voy a dar otra buena noticia—busco entre sus bolsillos hasta encontrar un fajo de dinero que era para ella— ves a los sujetos de esa mesa—
Matias apunto discretamente hacia una mesa alejada de todos hasta el fondo donde habían dos tipos de unos 30 años viendo hacia donde estaban los dos jóvenes.
—bueno, uno de ellos se acercó y me preguntó por ti y yo le dije que estabas ocupada entonces me dio el dinero y se fue, todo fue muy raro, aparte desde hace rato te llevan mirando mucho—
Nimrod volteo a verlos y si, en efecto estaban viéndola profundamente que hasta hicieron que se empezara a sentir incómoda, una de las luces del lugar apunto hacia su mesa donde Nimrod pudo ver el rostro de los dos sujetos que se les hizo muy familiar se parecía mucho a Hassan.
Se les quedó viendo por unos segundos más hasta que la intensidad aumento por lo que ella tuvo que apartar la mirada, quiso dejar el tema hasta ahí y mejor seguir trabajando ya que quería mas dinero así que se acercó a mesas donde los hombres le hablaban y así estuvo hasta que su hora de salida llegó.
