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Agosto/2022 📍Los angeles
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Positivo.
La prueba de embarazo decía positivo, la chica casi se desmaya al ver esas dos rayitas en la cosa esa de plástico que había comprado en la farmacia.
Tenía dos semanas desde que los jóvenes había vuelto de Italia, aunque en esas dos semanas Hassan se había comportado como el mejor hombre que la tierra pudiera tener ella sabía que ese encanto se iba a esfumar, y así fue, de vuelta a la mansión Hassan cambio volvió a ignorar a Nimrod y hasta se desaparecen de la casa dejándola sola y sin ninguna explicación.
No sabía dónde estaba o donde podía ir a buscarlo para darle la noticia que sabía que lo iba a poner feliz (pobre ilusa)
Cómo todas las embarazadas en sus primeras semanas Nimrod empezó a sentir mareos, vómito, antojos, dolor de pechos y mucho sueño, algo que al principio se le hizo raro a la chica por lo que optó hacerse una prueba.
Su cara estaba llena de ojeras y cansancio pues no podía dormir sabiendo que Hassan no estaba en la casa y que ella estaba completamente sola. Solo se sentía acompañada cuando las empleadas venían a la casa pero se iban volviendo a dejarla sola.
El ruido de la puerta abrirse hizo que aventara la prueba a un montón de ropa que estaba en el piso y bajo rápidamente esperanzada a qué fuera su novia de quien se trataba, pero no, la figura de Nata parado enfrente de las escaleras hizo que Nimord borrara un poco su sonrisa pero luego la volvió a poner porque no quería verse grosera.
—ohh, hola Nata, ¿Qué te trae por aquí?— se acercó a darle un pequeño abrazo.
—pus nada, vine a verte pensé que estarías aburrida y me dije a mi mismo, ve a serle compañía— empezó a caminar hacia la sala.
Todo era obra de Hassan de seguro.
La chica camino hacia el sillón pero en medio del camino sintió un mareo que hizo que se agarrara de lo primero que vio Natanael se levantó rápidamente del sillón y fue hacia donde estaba ella, se veía pálida y débil lo que preocupo más al joven que tenía prensado llamar a la ambulancia y a los de la funeraria.
—¡Nimord! ¡Nimrod! ¿Estás bien? ¿Quieres que le llame a la ambulancia? Agua, si agua— Nata soltó a la chica pero vio que se iba a volver a caer así que volvió a agarrarla.
—no, no, olvidemos el agua, ven vamos a sentarnos—
Los dos fueron a sentarse al sillón nuevamente esperando a que a Nimrod se le quitarán los mareos y la palidez, así fue después de unos segundos la chica volvió a su colores caramelizado.
—¿Ya comiste NimNim?— Nata todavía la miraba preocupado y con las uñas en boca.
Ella río un poco y negó, el joven asintió y fue a buscarlo el teléfono para pedir comida para los dos.
Mientras esperaban Nata le contaba algunos chistes o cosas de su vida a la joven que lo miraba con mucha atención y diversión, también le había preguntado el significado de su nuevo apodo y él le dijo que en realidad le iba a decir nemo pero no cuadraba entonces eligió ese.
La comida llegó y los ahora nuevos amigos comieron a gusto la comida china que Nata pidió y justo ayer a la joven se le había antojado, los dos acabaron de comer y se quedaron platicando hasta que Nata se fue.
el silencio volvió a gobernar la casa lo que hizo que Nimrod se fuera a acostar y quedar dormida rápidamente.
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