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Julio / 2022
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Varios golpes se oían por el cuarto, uno tras otros sin parar. Todos los que estaban en la habitación observaban sin ninguna expresión, todos excepto Natanael, que miraba con asco y pena el momento.
Hassan golpeaba violentamente el saco de box que tenía enfrente, estaba muy concentrado que no estaba percatado de la presencia de sus amigos, ninguno hacía ruido.
-¿Lo vamos a ver golpear esa cosa?- Natanael saco un cheto de la bolsa y lo metía en su boca.
-no, pero no sabemos cómo hablarle, no ves que le caga que lo molestan cuando está boxeando- gabito hablo.
Nata volvió a comer otro cheto que provocó un ruido lo que hizo que Hassan volteara a verlos feo.
-¿Qué hacen aquí?- suspiro cansado.
-ay, este, como te lo decimos- se rasco nervioso la cabeza.
-dilo rápido que tengo que terminar de hacer esto- volvió a lanzar otro golpe al saco.
-bueno, un cantinero que le pagué para que me dijera todo lo que hace tu güera me mando mensaje diciéndome que- suspiro cansado- que a tu novia le había pasado algo porque estaba muy distraída y su jefe no la había sacado, estaba encerrada.
Hassan volteo a verlos con el ceño fruncido.
-rapido, vamos para haya- ordenó y salió rápido del lugar.
Todos salieron de la super mansión y se montaron a las camionetas que iban hacia el bar.
Hassan llevaba todo el caminó mirando hacia el mismo punto pensando en mil formas de torturan a la persona que le hubiera hecho algo a la pelirosa.
-ya llegamos jefe- la voz grave del chófer lo saca de sus pensamientos.
Él fue el primero bajar a todos prisa para llegar a la puerta.
Entro y se ganó la mirada de todos por su forma de entrada, algunas chicas lo miraban con lujuria en sus ojos y otras solamente lo ignoraron.
-tú- señaló a una chica- ¿Dónde queda la oficina de su patrón?
