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—¿Patinar? ¿Qué bicho te picó? —Bromeó el de cabellos rosados, cuyas raíces oscuras ya eran visibles ya que no había estilizado su cabello en varias semanas.

Pero Sunghoon no estaba bromeando, no bromearía con el patinaje.

—Es que... Es complicado, a veces lo extraño, pero no quiero ir, al menos no solo.

Ante aquella respuesta, el menor sintió algo de tristeza recordando la cruel historia y relación de amor odio con ese arte.

—Está bien. Pero no se te ocurra humillarme que no te acompaño nunca más.

Ambos rieron ante la broma y Sunghoon pudo olvidar todo mal sentimiento, al menos en aquel momento. Le agradaba compartir el tiempo con Sunoo, además de que mezclar algo que amaba, como el patinaje, con el que era su mejor amigo le parecía una gran idea.

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—¡Lo siento! ¿Estás bien?

Preguntó el pelirrojo mirando con preocupación a Park, quien, al chocar, el menor había derramado un café caliente sobre el castaño. A Sunghoon le parecía increíble como siempre le tenían que ocurrir accidentes que tuviesen que ver con calor, era como si el mundo le insitase a autolesionarse nuevamente.

Al reaccionar, solo pudo pedirle a Jay que le dejara ir a mojar su brazo y en su mente solo tenía una preocupación. No quería que Sunoo pensara que aquella lesión había sido a propósito, no después de llevar una racha tan larga desde la última vez.

Había llegado a la zona de empleados y sumergió su brazo en el fregadero donde caía el agua helada. El dolor era uno al que estaba mas que acostumbrado, sin embargo esta vez era más molesto de lo usual, quizás por el cargo de consciencia de que el pelirrosa pensara algo que realmente no era.

Por la puerta se asomó el pelirrojo, quien había pedido permiso y entró dispuesto a ofrecerle una disculpa a su mayor.

—Sunghoon, realmente lo siento, no te vi y estaba algo nervioso, en verdad lo siento. ¿Te duele mucho?

Jungwon se notaba completamente preocupado, haciendo que el castaño solo perdiera la paciencia, quería estar solo mientras pensaba en alguna solución o excusa para que su compañero de piso no se decepcionara de él.

—Estoy bien, solo fue un accidente.

—Sí, pero, te quemaste por mi culpa.

—Y ya me dijiste que fue un accidente.

—Sí pero-

—Ya. Fue un accidente, por favor vete.

Pidió en un intento de ser amable, aunque su tono de voz no le acompañaba del todo, además de que la pérdida de su paciencia no le ayudaba a sonar tranquilo.

En lo que transcurría la tarde, su preocupación solo aumentaba. Sabía que Sunoo le había visto quemarse varias veces a propósito, por lo que decirle que había sido un accidente no era una opción.

Su jornada ya había terminado, estaba yendo al departamento compartido, había decidido disimular su nueva quemadura con maquillaje además de usar una camiseta de mangas largas, aprovechando el clima frío del otoño. 

Solo quería llegar a descansar y evitar cualquier pregunta que pudiese llevar a una incómoda conversación. Sin embargo, cuando llegó a la que era su casa compartida, pudo ver como su amigo se encontraba viendo una película con aquel chico que no le terminaba de agradar, Riki.


Through Ice • SunsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora