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—¿Deseas que prepare algo para comer?

Preguntó el más alto mirando a su mayor, quien recién despertaba.

El castaño negó, no quería molestar al japonés, sin embargo este insistió. Finalmente Riki quedó en hacer panqueques y Sunghoon se levantó para ir a ayudarle, no sin antes lavarse y cepillar sus dientes.

Mientras estaba en el baño del menor, se miraba en el espejo sintiendo asco de si mismo. No entendía como había dejado que sus padres le maltrataran tantos años, debió ponerles un alto. Se sentía estúpido por no haberlos detenido.

Sunghoon salió del baño, caminó a la cocina de Riki.

Ya llevaba tres días quedándose con él y no tenía idea de como le pagaría todo lo que estaba haciendo por él. No tenía literalmente nada, todo lo había dejado en casa de sus padres, hasta sus patines, sus preciados patines.

Al llegar a la cocina, vio al rubio preparar la mezcla de los panqueques. Se acercó preguntando si necesitaba algo

—¿Por qué me ayudas tanto?

—¿Por qué no debería hacerlo?

—Te gusta Sunoo.

—¿Y? A él le gustas tú y yo estoy bien con eso, además siempre quise ser tu amigo, desde el cumpleaños de Sunoo, llamaste mi atención pero me odiaste al saber que él y yo éramos cercanos.

—Lo siento.

Riki detuvo lo que hacía y miró a su mayor negando. Se acercó y le dió un corto abrazo.

—Está bien. No estoy molesto contigo, ni te odio. Haz muy feliz a Sunoo, y dame la oportunidad de ser tu amigo.

Hoon asintió con una pequeña sonrisa y se alejó del menor.

Finalmente aquel insano odio que sentía por Riki se había esfumado. Ahora simplemente sentía gratitud, gratitud que daría paso a una amistad entre ambos chicos.

Through Ice • SunsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora