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—¿Podré volver a patinar?—Cuestionó Sunghoon, mirando al doctor frente a él quien le daba su diagnóstico.

Junto a él se encontraban Riki y su padre, Shota, quienes grababan la conversación con la autorización médica.

—Eso dependerá de como se recupere tu tobillo, tu fractura no fue menor y llegaste bien al hospital, pero por tu edad, no creo que te demores mucho en sanar, luego de que lo hagas, debes venir a terapia kinesiológica para que las posibilidades de que puedas volver a patinar sean mayores. Ahora puedes alistar tus cosas, ya que no necesitas permanecer más en el hospital, debes volver dentro de un mes para que te quiten el yeso.

Sunghoon asintió, un tanto deprimido por no poder saber si podría patinar aún, era en lo único que lograba pensar esos cinco días que estuvo internado en el hospital.

—Ve el lado positivo muchacho, con todo esto, haré que tus padres vayan a prisión y no salgan en mucho tiempo.

Sintió la mano del padre de su amigo en su hombro y asintió, sentándose en la camilla.

—Bien, ahora me retiro, tengo más cosas que hacer, Riki no llegues tarde a tu empleo, Sunghoon, ánimo.

Sonrió levemente por las palabras del señor Shota y asintió.

—Ahora puedes ir a casa.

—¿Sabes algo del señor Nam?

—Sí, me dijo que no ha podido venir a verte porque está investigando como fue que te pusiste unos patines que no eran los tuyos. Pero ahora podemos contarle lo que sucedió.

Sunghoon volvió a sonreír. Era lindo que tantas personas se preocuparan por él. Incluso Jay iba a verlo a pesar de tener que dejar a cargo la cafetería de Sunoo o Jungwon, cosa que sabía que no le gustaba hacer.

—¿Te ayudo a cambiarte?

—No soy un niño.

Ambos rieron. Poco a poco, Sunghoon iba perdonando a Riki, pues entendía a la perfección quienes eran los reales culpables de su sufrimiento actual y de toda su vida.

Through Ice • SunsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora