Through Ice • Sunsun

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—Hoonie, tú estás loco si piensas que vamos a ir.

—Dijiste que harías lo que sea.

El pelirrosa suspiró y bajó la cabeza para después asentir.

Después de que llegara la tarde de aquel día lleno de orgullo para Hoon, fueron a la prisión donde estaba encerrada su madre.

—Hoonie, esto realmente no me agrada.

Park tomó la mano de su amado y acarició esta.

—Lo sé, pero hay algunas cosas que le debo decir.

Posteriormente, Sunghoon fue llamado a la sala dividida donde se encontraría con su madre, después de meses sin verla.

Al entrar y verla, cabello desordenado, uniforme sucio, se imaginaba que la hacían hacer tareas pesadas en aquella prisión.

—Maldito niño de mierda, si no estuviese este cristal entre nosotros, créeme que te estrangularía, ya verás, cuando salga-

—No vas a salir—La interrumpió—. No vas a salir de aquí, ni siquiera por buena conducta.

Dijo relajado, alterando a su madre quien comenzó a maldecirlo.

Sunghoon dejó ver en su cuello una medalla de oro, la que había ganado aquel día.

—Hoy gané una medalla. La gané por mí... No por ustedes.

—Y eso... ¿¡A mí que me importa?!

Sunghoon sonrió, bajando la cabeza.

—Estás llena de odio... yo también lo estaba, pero por ustedes. Solo quiero que sepas, que a pesar de todo lo que me hiciste, te perdono. Pero no lo olvidaré jamás.

Dicho eso, el de cabellos negros se levantó y se fue, dando por terminada aquella visita, dejando a su madre gritándole mil barbaridades. Apenas estuvo afuera, apoyo su mano en la pared y respiró agitado, realmente lo había hecho, había enfrentado a su madre, como su terapeuta le aconsejó, aunque en realidad este se refería a sus demonios internos, pero Park lo tomó como si de su progenitora estuviera hablando.

Caminó hasta encontrarse con el de cabellos rosados y salieron juntos de la prisión. De esa manera, el pasado había quedado atrás, enterrado, sepultado, sanado.