Through Ice • Sunsun

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Sunghoon se encontraba en el hospital, había sido operado de urgencia debido a la fractura expuesta en su tobillo derecho.

Ahora se encontraba descansando, más bien llorando, en la habitación que se le había asignado.

No entendía porqué todas esas cosas tenían que sucederle a él, no lo entendía. ¿Qué clase de Karma estaría pagando como para sufrir de esa manera?

Sollozó, pero limpió sus lágrimas al ver la puerta abrirse con sus amigos entrando.

—¿Cómo los dejaron entrar a todos?

—No nos dejaron.

Contestó Heeseung, sacando una sonrisa al chico lesionado.

—F-Fueron mis padres, los ví, los ví entre el público, en las bancas.

—¿Tus padres? No Hoonie, fue un error, esos patines no eran tuyos—Habló el rubio.

—¿Qué?—Cuestionó el de cabellos castaños, sin entender de qué estaban hablando.

—Es verdad, eran unos patines que tenían una falla en las cuchillas. Eso nos dijo el señor Nam y que no sabía porqué habías utilizado esos—Habló el pelirrojo.

—No es cierto—El menor de todos llamó la atención con aquel comentario—. Si fueron sus padres... ellos intercambiaron sus patines por unos fallados antes de que se cambiara para que tuviera el accidente...

—¿Qué? Riki, ¿de qué hablas?—Dijo Jay.

—Yo lo ví. Lo grabé de hecho...

—Espera, espera... o sea, me estás diciendo que sabías que yo iba a utilizar unos patines con fallas y que posiblemente me accidentaría, ¿Pero aún así no me dijiste nada? ¿Por eso te comportabas tan extraño antes de mi presentación?

El menor bajó la cabeza sacando su teléfono para entregárselo a su mayor. Los demás solo observaban confundidos la conversación.

Se suponía que Sunghoon, junto al padre de Riki, quien era abogado, habían iban a iniciar una demanda contra los padres de Park por todos los daños físicos y psicológicos que había sufrido en el transcurso de su vida.

—Necesitaba evidencia... del daño que te siguen haciendo... mi padre dijo que tus quemaduras no bastaban... porque algunas te las hacías tú.

—Vete.

—E-Espera... no hice esto para perjudicarte, solo quiero ayudar con la demanda, no quería-

—¡Que te largues!

Las lágrimas de Sunghoon volvieron a caer, no solo había perdido la competencia, quizás no podría volver a patinar en su vida.