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El arte de ser barista era simplemente impresionante. El saber como cada ingrediente, aunque sea en una pisca, podía modificar completamente el sabor de algo, era completamente alucinante. O eso pensaba Kim Sunoo.

Kim Seonwoo, mejor conocido por su apodo Sunoo, era un chico completamente ordinario. En su escuela nunca destacó, ni por sus notas y actitud. Era más bien reservado. Tampoco poseía aptitudes extraordinarias. Pero sí algo lo representaba muy bien, era su amor por el café. El como amaba aquella bebida en todas sus presentaciones era algo que destacaba. Desde su adolescencia, siempre llevaba dinero para comprarse un ice americano, o siempre llevaba su botella con café helado.

Por eso cuando Sunoo recibió el aviso de que había sido seleccionado para trabajar a tiempo completo  en una cafetería, se sintió realizado. Después de todo, trabajaba en lo que le gustaba y aunque fuera por un tiempo, era el trabajo de sus sueños.

Le gustaba su trabajo, todos los días eran tan animados solo con la presencia de Sunoo en la cafetería. Eso hasta que llegó un sombrío chico que nunca sonreía. Aquel chico era todo lo contrario a Kim, que siempre estaba animado, se la pasaba mirando fijamente los utensilios, no hablaba y las únicas veces que sonreía era para atender clientes, ya que de no hacerlo sería despedido.

A Kim Sunoo le entristecía la actitud apagada de su colega, le entristecía ver como su excompañero, brillante en todo y siempre sonriente, y primer amor no era siquiera una sombra del lindo chico que conoció. Le entristecía ver como Park Sunghoon era la persona más infeliz que había conocido.

Through Ice • SunsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora