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Sunghoon había iniciado su día despertando a Sunoo, quien llegaba tarde a su trabajo. Le era extraño no hacer nada, pues no estudiaba, no patinaba ni tampoco trabajaba, aunque quería cambiar esto último, realmente no le agradaba el quedarse solo en su hogar y trabajar le distraía, además de que pasaba tiempo con sus amigos.

Limpió y ordenó el desastre que había quedado por año nuevo, ya que no habían limpiado correctamente. Terminó tan solo a una hora de haber empezado, quedando con toda la tarde libre.

Decidió salir a dar un paseo, sin embargo, cuando se encontraba saliendo del departamento, le llegó un mensaje del mismo señor que le ofreció volver a patinar. Inmediatamente lo leyó, llevándose la gran sorpresa de que lo había citado dentro de una hora a la pista en la cual se habían encontrado. Emocionado, volvió al departamento para arreglarse un poco, ya que sus planes habían cambiado completamente.

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Sunghoon se encontraba en el lugar citado, esperando al hombre con el que se iba a reunir. Este no tardó más de cinco minutos en llegar e, inmediatamente, el castaño fue a donde este para saludarle con una reverencia.

—Buenas tardes señor Nam.

Vió como atrás del hombre habían tres hombres, dos jóvenes y uno más viejo y volvió su mirada al señor.

—No me llames señor, es verdad, no me presenté la otra vez, solo te dije mi apellido, soy Nam Siheon. Pero llámame como quieras. Ellos son colegas míos y quieren verte patinar, por eso reservé todo el lugar, para que patines libremente—Hizo una pausa —. ¿Y tus patines muchacho?

El chico bajó la cabeza sin saber como explicar la complicada situación, pero antes de poder hablar, el señor Nam le interrumpió.

—Te ví la otra vez con patines arrendados, así que supuse que no tienes los que usabas, traje estos, pero no sé si serán exactamente tu talla.

Los hombres detrás del caballero abrieron la bolsa que traían, con unos lindos patines negros, nada igual a sus patines blancos.

—Póntelos y demuestra tu talento. Solo así podremos auspiciarte.

El castaño asintió un tanto nervioso y se sentó en las bancas, dispuesto a colocarse los patines, sin embargo una duda recorrió su mente.

—Señor, ¿Por qué le interesa tanto que patine?

El caballero hizo una pequeña pausa, pensando en su respuesta.

—Un talento como el tuyo... no debe desperdiciarse, si eres tan bueno como solías serlo, vamos a llegar muy lejos contigo.

Una sonrisa se plasmó en el rostro de Sunghoon y así, ingresó a la pista.

Pronto una suave música comenzó a escucharse, a lo que supo que su prueba había iniciado, era una música que ya conocía, era la de su última competición, una preciosa melodía, una que había practicado miles de veces y que recordaba a la perfección su coreografía. Esta se llamaba "Given-Taken"

Así inició lo que sería su prueba, siguiendo la música, disfrutando una vez más del arte que amaba, esta vez patinando por y para él, esta vez, siendo feliz al hacerlo. Finalmente Sunghoon había sanado el rencor que le tenía al patinaje.

Through Ice • SunsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora