Through Ice • Sunsun

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Finalmente había llegado ese tan ansiado 17 de noviembre, las finales, la final del campeonato de Otoño.

Sunghoon y Sunoo habían dormido abrazados, como ya era costumbre, pero esa vez, Hoon estaba muy inquieto, quizás se debía a sus nervios. Y claro que era por eso, el azabache no había dejado de soñar con múltiples escenarios de todo lo que podía salir mal, pero se calmaba cuando recordaba que ahora patinaba para si mismo. Se tranquilizaba entre los cálidos brazos de Sunoo.

—Hoonie, Hoonie despierta.

Dijo el menor mirando la hora, sin dejar de abrazar a su pareja, dando besitos en su rostro en un intento de despertarle.

—Despierta, mi príncipe.

Y como si ese apodo fuera mágico, el más alto abrió los ojos lentamente y con pereza y sonrió.

Sunghoon no era mucho de hablar en las mañanas, más que nada por una costumbre que adquirió de pequeño. Cuando sus padres lo despertaban apagando una colilla de cigarro en su piel, advirtiéndole que si hablaba sería peor. Una costumbre horrible, pero que poco a poco se le iba quitando.

—Suni...

Susurró escondiéndose en el cuello de su amado.

—Vamos, debes levantarte. ¿O quieres que te levante yo?

—Mhm.

Contestó. Respuesta que el pelirrosa no entendió del todo, por lo que se separó de Hoon, dejándolo recostado y fue por la ropa de este.

—Amor vamos, ayúdame un poco.

Sunghoon se negó a moverse y abrazó una almohada.

—Si te vistes solo, haré lo que tú quieras.

Eso hizo que inmediatamente el de cabellos negros se sentara y lo mirara extrañado.

—¿Lo que yo quiera?

El menor asintió.

Así fue como el mayor de ambos se levantó y alistó, incentivado por la propuesta del menor. Afuera de su departamento, se encontraba un vehículo estacionado, era del señor Siheon, quien los había pasado a buscar. Entraron a este y se tomaron de las manos.

—¿Qué vas a querer Hoonie?

—Te lo diré después de la competencia.

Así fue como se pusieron en marcha y, finalmente, llegaron a la pista que sería la sede de ese día. Todo era tan abrumador, pero al menos sabía que tenía a su familia cerca, la familia que él había escogido.