Capítulo 41: VERDUGO

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Draco caminaba de un lado a otro en su lugar secreto en el bosque, girando su anillo Malfoy una y otra vez.

Se suponía que él y Harry se encontrarían a las siete, pero ya eran más de las siete. 

Vamos, Harry. Ven. Tengo algo importante que preguntarte.

Y mientras esperaba, pensó. El último mes y medio, Draco había hecho todo lo posible por ser el mismo Draco de antes, y tenía que admitir que su vida, durante ese mes y medio, fue mucho mejor de lo que había sido en mucho tiempo. De hecho, había podido ser feliz y concentrarse en algo más que no fuera un asesinato. Se le permitió volver a tener esperanza. Quizás por eso estaba tan nervioso. Porque no quería estropearlo.

Francamente, Draco no tuvo todo el tiempo que él hubiera querido tener con Harry antes de hacerle una pregunta como ésta, pero ¿por qué no se lo preguntaría en su segundo aniversario? Era el momento perfecto. Al menos eso fue lo que se dijo a sí mismo cuando compró el regalo de Harry, el anillo que estaba en su bolsillo.

Su brazo no había dejado de arderle ni por un segundo. Probablemente por todo el tiempo que había pasado con Harry durante esa semana. Rápidamente, se desabotonó el botón de su manga, y la subió para poder ver su Marca y asegurarse de que no estuviera sangrando, lo cual afortunadamente no hacía, y Draco lo agradeció ya que se había olvidado de vendarla.

Pero el sonido de un crujido detrás de él hizo que saltara y bajara su manga, tratando torpemente de prenderse el botón con sus dedos temblorosos.
-Oye, tú –saludó Harry, aunque su tono no era tan feliz.

-Pensé que no vendrías –dijo Draco, corriendo hacia él para darle un abrazo. 

-Perdón por llegar tarde. Hubo una emergencia. Ron está en la enfermería –Harry le devolvió el abrazo y le dio un beso en la mejilla antes de soltarlo. 

Se veía encantador, usaba la ropa que Draco le compró, su cabello estaba salvaje y sus ojos emocionados. Pero su rostro estaba marcado por la preocupación.
-¿Qué? ¿Por qué? –Draco frunció el ceño.

¿Qué hizo ahora la comadreja idiota para retrasar a Harry?

-Romilda Vane me envió una caja de chocolates que contenían una poción de amor. Pero guarda tu varita -dijo Harry al ver los celos asomarse en los ojos de Draco- No la hechizarás. Porque fue Ron el que se los comió. 

-¡Ella intentó envenenarte! –Draco cerró sus puños.

-Bueno, justo de eso quiero hablar. Tengo una historia sobre el veneno para ti. Como Ron parecía un estúpido enamorado de Romilda, fui a pedirle ayuda a Slughorn, lo cual estuvo bien, porque nos reconciliamos después de un choque que tuvimos y, de paso, le quitó la estupidez a Ron. Pero después, para celebrar, brindamos con un hidromiel que él tenía... –el estómago de Draco cayó al suelo– Ron fue el que lo bebió primero y fue como si su garganta ardiera por dentro. Tenía veneno. Le di un poco de bezoar a tiempo, afortunadamente, pero podría haber muerto. Ahora se está recuperando, estará bien –entonces Harry observó la cara pálida de Draco– ¿Estás bien? Te ves pálido.

Draco no habló hasta que se le pasaron las olas de náuseas.
-Ha... Harry, podrías haber muerto.

Casi te mato.

-Si, pero estoy bien –Harry extendió la mano y frotó su hombro– No me pasó nada. Está bien.

-No. No está bien –dijo Draco bruscamente y lo alejó

-Fue sólo otra situación cercana a la muerte para mi –Harry le restó importancia– Ron está bien, y eso es lo que importa. Además, ¿cuántas de esas situaciones cercanas a la muerte he tenido? Ya soy inmortal.

Todo fue solo un juego - (español) || DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora