Todo fue solo un juego - (español) || Drarry

Capítulo 74: VACACIONES WEASLEY

-Vas a estar bien -aseguró Harry.

Draco estaba en una habitación de Grimmauld Place, poniéndose ropa menos elegante. Harry podía sentir el nerviosismo irradiando desde la otra habitación.
-No, no lo estaré –dijo Draco.

-Solo se tú mismo.

-¿Estás seguro de que es una buena idea?

-Sí, estarás bien –Harry cruzó el pasillo– ¿Qué llevas puesto?

Draco llevaba pantalones deportivos. Los joggings que usó cuando tuvieron relaciones sexuales durante dos semanas. Harry frunció el ceño y Draco se defendió:
-Dijiste que nos vistiéramos informalmente.

-Pero no tan informal.

-Bueno, la alternativa es un traje –Draco señaló su bolso, donde tenía pantalones de gala.

Harry agarró los pantalones de gala de Draco y se los lanzó.
-Úsalos. Y ponte una camisa. Pero no uses corbata –Draco respiró hondo– Y no estés tan nervioso.

-Básicamente voy a conocer a los casi padres de mi alma gemela –dijo Draco.

-Estás pensando demasiado en esto. Vamos a una cena de Navidad, como lo hicimos anoche, sólo que en una casa diferente con diferentes personas.

-¡Personas que podría matarme!

-No te matarán.

Draco se cambió y cuando se encontraron de nuevo, Harry le despeinó un poco el cabello y luego lo agarró de las mejillas y tiró de ellas.

-¿Qué estás haciendo? –Preguntó Draco entre dientes.

-Aflojándote –Harry tiró un poco más y luego, juguetonamente, abofeteó a una mejilla– Ahí está. ¿Listo?

Draco suspiró, tomando la mano de Harry.

-Estréchales la mano, pero ellos probablemente te abrazarán. No tengas miedo de sonreír y no digas nada sobre Fred, ¿de acuerdo? 

-Merlín, Fred... –Draco abrió sus ojos.

-Relájate. Ellos no te culpan. 

-Si, pero...

-Simplemente sé empático. Lo único que quieren es empatía -dijo Harry y Draco asintió- Y si te gusta la comida, que, por cierto, a mí me encanta, no temas decírselo a la señora Weasley. Arthur ama a los muggles, así que podría hacerte preguntas extrañas sobre ellos, aunque no es como si tú supieras mucho.

-Está bien –asintió Draco.

-Y se tú mismo. Te amo por ti. Ellos también lo harán –Harry le sonrió– La señora Weasley adora a cualquiera que se siente y converse con ella.

Harry tomó la mano de Draco y la apretó antes de caminar por la red Flu con él.

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Draco y Harry llegaron al interior de La Madriguera segundos después, y no dejaron de tomarse de la mano, principalmente porque Harry no lo soltó.

Draco estaba hipnotizado. No sólo por el marcado contraste que hacía la casa de los Weasley con Malfoy Manor, sino que también por lo acogedora que era la casa. Era como si las paredes lo abrazaran y lo mantuvieran a salvo.

-¡Harry!

Varios Weasley se agruparon alrededor de ellos a la vez.

Ginny fue la primera y, mientras abrazaba a Harry, decía:
-Bienvenido a casa.

Luego, ella le sonrió a Draco.

Fleur fue la siguiente y le dio a Draco un abrazo gigante al igual que a Harry.
-Encantada de conocerte –dijo ella con su fuerte acento– Harry habla mucho de ti.