Capítulo 83: SEGURO

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A la mañana siguiente, Draco se despertó con una ligera presión en sus labios, a la que se rindió por completo. Porque cualquier mañana en la que sintiera esos labios contra los suyos era maravillosa. Pero ésta era más que una mañana maravillosa.

-Buenos días -susurró Harry contra él, su nariz chocando suavemente contra la de Draco mientras presionaba sus frentes.

-Es la mejor mañana del mundo -dijo Draco

Draco no pudo evitar sonreír y besar a Harry varias veces más. Harry aceptó abiertamente los besos, dejando que su mano encontrara el camino debajo de la camisa de Draco, sus dedos recorriendo lentamente su piel.

-¿Cómo se siente despertar siendo un hombre libre? –Preguntó Harry.

Draco abrió los ojos y obtuvo una visión perfecta de la sonrisa de Harry. Draco inmediatamente le devolvió la sonrisa. Y luego, dijo:
-Increíble. Tranquilo –y luego añadió– Abrumador.

Harry se acomodó a su lado para que sus piernas estuvieran entrelazadas.
-¿Cómo es eso?

-No he sido inocente desde que tenía quince años. Espero recordar cómo serlo -Draco miró entre sus ojos.

-Te queda bien serlo -Harry chocó sus narices nuevamente y dejó que sus dedos subieran por el abdomen de Draco.

Draco se lanzó para darle varios besos cálidos, largos y felices. Se tomaron su tiempo. Disfrutándolo. Dejándose rodear por toda la felicidad del mundo.

Porque eran libres. Ya no había más obstáculos, porque ya los habían vencido a todos.

Después de muchos besos, Harry se apartó.
-¡Podemos ir juntos a clase! –habló con alegría y asombro– Tomados de la mano. Sin reservas. Sin miedo. Sin escondernos. Sin sentirnos culpables. De hecho, podemos decir que lo logramos.

El corazón de Harry latía rápidamente y Draco podía sentirlo ya que estaban pecho contra pecho. Y a Draco le encantó.
-Esta ha sido la semana más loca –dijo Draco y dejó escapar una ligera risa, abrazándolo con más fuerza.

-Absolutamente loca –coincidió Harry, mirándolo a los ojos– Puedo despertarme contigo todos los días. Por el resto de nuestras vidas.

-No puedo creerlo.

Draco no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas. Se puso encima de Harry y le dio más y más besos. Ambos adoraban la dulzura, la tranquilidad y la alegría absoluta que emanaba de su nueva realidad.
-Podemos ser felices -añadió Draco.

La primera vez que se tomaron de la mano camino a clase después de su obtención de libertad fue una locura. Todo era tan pacífico que no podían soportarlo. Simplemente no sabían qué hacer con la falta de miedo.

Muchos estudiantes los observaban (eso también era extraño), pero a Draco no le importaba. Porque podía mostrarle al mundo que el amor de su vida era Harry Potter, podía hacerle saber a todos que Harry Potter era suyo. Y Harry mantuvo la cabeza en alto, orgulloso de que Draco Malfoy fuera suyo.

Después de que terminó la primera clase, Draco tuvo que recordarle a Harry que podían tomarse de la mano en el pasillo, porque Harry automáticamente se alejó de él, por costumbre.
-Oh, lo siento –se rió Harry, besando su mejilla mientras una gran cantidad de estudiantes pasaban junto a ellos. Y Draco no pudo evitar sonrojarse.

Para la cena, Harry se dirigió a la mesa de Slytherin y Draco no pudo evitar sonreír, porque era muy extraño verlo sentado junto a las serpientes.
-Potty el bombón finalmente se unirá a nosotros –Pansy le guiñó un ojo.

Blaise comentó:
-Sólo tomó cuatro años. El Plan para Seducir a Potter duró mucho.

-¿Ese es el apodo que elegiste para él? –Draco le frunció el ceño a Pansy.

Todo fue solo un juego - (español) || DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora