Todo fue solo un juego - (español) || Drarry

Capítulo 68: UNA NUEVA VIDA

Advertencia: en éste capítulo hay anorexia.

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Draco no supo en que momento se quedó dormido, pero se despertó cuando dos enfermeras entraron en la habitación. Inmediatamente, saltó, mirando a Harry. Él seguía dormido.

-Se ve mejor, ¿no crees? -Murmuró una de ellas viendo una pantalla.

-Mucho mejor –respondió la otra.

El corazón de Draco comenzó a acelerarse.

Por favor, no me den esperanzas...

-¿Qué es lo que se ve mejor? –Preguntó Draco.

-Todos sus niveles de electrolitos se han recuperado -respondió una de ellas.

-¿Qué significa eso?

-Que sus riñones están funcionando.

-Eso es bueno. ¿Eso significa...?

-Aún no significa nada. No sabemos el alcance de esto. Vamos a seguirlo observando.

Pero Draco se aferró a la esperanza como si fuera su única fuente de aliento.

A Draco le sirvieron el desayuno. Tenía poco apetito, pero lo obligaron a comer. También lo obligaron a ducharse mientras cambiaban las vías intravenosas de Harry nuevamente. Ron y Hermione visitaron a Harry durante bastante tiempo con lágrimas de felicidad, aunque los medimagos no querían dar muchas esperanzas.

Al final del día, las mismas dos enfermeras aparecieron y una de ellas dijo:
-Su hígado está mejorando.

-Lo estás haciendo muy bien, mi amor -susurró Draco, frotándole el hombro- Sigue adelante. Te amo mucho.

A la mañana siguiente, Draco se despertó con fuertes pitidos provenientes de la pantalla que se conectaba a Harry. Su ritmo cardíaco estaba mejorando, y Draco le dio un beso en el cuello, frotando su mano sobre el pecho de Harry, pero todo lo que sintió fueron las costillas.
-Está bien, Cararajada, está bien.

Y, por la noche, las dos enfermeras y el Dr. Barmer entraron en la habitación. Ellos rodearon la cama con asombro mientras Ron y Hermione rogaban que continuara mejorando.
-Se lo dije –sonrió Draco al Dr. Barmer– Harry Potter no muere.

Y luego, a la mañana siguiente, las dos enfermeras, junto a Janet, entraron y despertaron a Draco.
-Creemos que el señor Potter está lo suficientemente estable como para salir del coma -dijo una de ellas- No sabemos cómo, pero pasó.

-¿En serio? –sonrió Draco, secándose los ojos con lágrimas de alivio.

-Sí, pero necesitamos que se vaya -dijo Janet fríamente.

Draco frunció el ceño.
-¿Qué quieres decir? Quiero estar aquí para él cuando despierte. Soy su alma gemela. Soy yo quien lo ayuda a superar esto.

-Sí, él es tu alma gemela y tiene el corazón extremadamente dañado –dijo ella– Necesitamos comenzar a alimentarlo y necesitamos estabilizar su salud hasta que sea capaz de reunirse contigo.

-Pero si él no me ve, no sabrá que lo recuerdo –dijo Draco.

-Él no puede manejar esa noticia ahora. Es mucho para él y su corazón todavía está muy débil. No puede estresarse. Si no le va bien cuando lo despertemos, lo volveremos a poner en coma inducido y usted podrá regresar.

-¡Él estará encantado de verme! –argumentó Draco– ¡Usted no tiene idea de nosotros!

Aún así, Janet negó con la cabeza.
-Usted necesita regresar a la sala de la memoria. Necesita tener su primer tratamiento. Vuelva conmigo a la sala, Sr. Malfoy.