Capítulo 51: DE PUNTILLAS

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Cuando Harry despertó, se oyeron pasos suaves dando vueltas a su alrededor. Luego, escuchó el sonido de platos chocando contra una mesa de madera, y luego más pasos.

El olor era polvoriento y viciado, opuesto al del bosque donde había estado viviendo durante el último año.

Su pecho se agitó de alegría al recordar los sucesos de la noche anterior: ganó. Voldemort estaba muerto.

-Oye, tú –dijo Harry, estirándose debajo de las acogedoras mantas acolchadas.

-Lo siento -susurró Draco- No quise despertarte.

-No lo hiciste –bostezó y finalmente abrió los ojos.

Draco tenía una sonrisa nerviosa mientras se acercaba a la mesa de noche y dejaba la taza de té que tenía en su mano.
-He estado despierto desde las siete. Quería que tomaras un té caliente cuando despertaras.

Harry sonrió antes de mirar alrededor de la habitación y luego de nuevo a Draco.
-Esto es un sueño –dijo Harry.

-¿Eh? –Draco frunció el ceño.

-Nunca he sido capaz de despertarme y no sentir temor o angustia o miedo o ansiedad. Tal vez sólo algunos días en toda mi vida. Pero me siento completamente tranquilo ahora. Como si este enorme peso que he tenido desde que tenía un año se hubiera quitado de mis hombros. Ni siquiera... No sabía que el cuerpo humano podía estar tan tranquilo.

-Eso es increíble.

Draco se sentó en el borde de la cama, con cuidado de no traspasar ningún límite imaginario. En realidad, no había ninguno, pero a Draco no le importaba eso, sólo quería respetar el espacio de Harry. Todavía tenían daños que reparar y superar juntos.

Claro, Draco le dijo que lo amaba. Harry también lo amaba. Pero, ¿era ahora el momento para estar en una relación nuevamente?

Ellos no lo sabían.

-¿Cómo estás? –Preguntó Harry, extendiendo la mano y agarrando la mano de Draco, apretándola.

El corazón de Draco dio un vuelco ante su toque. Había pasado tanto tiempo... Aun así, dudó en responder.
-A salvo. Me siento seguro por primera vez desde que fui marcado. Probablemente, más seguro que desde antes de la Tercera Tarea en los Tres Magos.

-Yo también –Harry se pasó la otra mano por los ojos somnolientos– Se ha ido. Realmente se ha ido. Puedo sentirlo. No puedo creer que lo hayamos hecho.

-Puedo creer que lo hiciste. Sabía que ganarías. Simplemente no puedo creer que haya sido así. Pensé que iban a ser décadas de guerra, como pasó en la Primera Guerra Mágica. Y no me malinterpretes, han sido dos años difíciles, pero comparado a lo que pensé que sería...

Harry lo escuchó y luego se movió a un lado de la cama, haciendo palmaditas sobre el lugar vacío que había dejado a su lado. Draco parpadeó.
-¿En serio? –Preguntó Draco.

-Sí. Deberías haber estado conmigo toda la noche también. No necesitas separarte.

-Quería que tuvieras tu espacio –Draco se humedeció los labios y todavía dudó– ¿Confías en mí lo suficiente como para dormir a mi lado?

-Oh, Merlín, Draco. Me salvaste la vida. Y dos veces. Probablemente muchas más veces. Ven aquí.

El corazón de Draco se desmayó, pero aún así, se metió en la cama. Ambos estaban recostados sobre el respaldo de la cama. Sus hombros se rozaron y Harry se acercó más a él, arrojándole su manta, que estaba caliente por el calor de su cuerpo. Draco se acercó y acarició el cabello detrás de la oreja de Harry, haciéndolo temblar.
-Ten -Draco se giró para agarrar la taza de té que estaba sobre la mesa de noche- Probablemente tengas sed.

Todo fue solo un juego - (español) || DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora