Capítulo 11: MONTAÑA RUSA

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-Ya veo, saliste con Potter, otra vez –sonrió Pansy ante el sonrojo de Draco a la mañana siguiente cuando, junto con Blaise, se reunieron en la Sala Común. Todos ya se habían ido a desayunar.

-Sí –Draco ocultó una sonrisa mordiéndose el interior de su mejilla.

-¿Cómo te fue?

-Mejor que nunca –respiró hondo– lo cual da miedo, pero es bueno.

-Estoy seguro de que la idiotez de Potter se revelará eventualmente –dijo Blaise– No te has burlado de él ni una sola vez.

Draco se lamió los labios y su corazón dio un vuelco.
-Sería cruel que me burlara de mi novio, ¿no?

-¿Tu que? -espetó Pansy con una expresión de asombro en su rostro- ¿Él es tu...? ¡Merlín! ¡Esto es increíble!

-Aún puedes burlarte de él -dijo Blaise.

-Estoy seguro de que lo haré, pero solo para que nadie sospeche. Pansy, si alguna vez necesito que me cubras, ¿lo harías?

Pansy asintió.
-Seguro. Si eso significa que serás feliz y no tan idiota.

-Creo que lo seré. Realmente lo creo –Draco no pudo ocultar más su sonrisa, pero la sacó de su sistema antes de salir de la Sala Común.

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La semana siguiente, se vieron en Pociones y en Encantamienos.
Esas clases estuvieron bien, lo que significó que se burlaron uno del otro y mantenían la fachada. Ron y Hermione no podrían haber adivinado quién era la supuesta "novia" de Harry ni siquiera si lo hubieran intentado porque eran muy buenos fingiendo.
Un Slytherin y un Gryffindor juntos: inteligentes y letales.

Excepto cuando llegó Adivinación.

Por aburrimiento, Draco metió la mano en el bolsillo de su bata y sintió un trozo de pergamino que no recordaba haber puesto allí:

"Feliz viernes

-Cararajada"

La letra era horrible y, al verla, Draco reprimió su sonrisa. Lo leyó dos veces y luego levantó su vista. Potter... Harry (Merlín, es difícil acostumbrarse a llamarlo así). Justo cuando sus miradas estaban a punto de encontrarse, un Gryffindor a dos mesas de Harry habló.
-Profesora Trelawney, ¿se encuentra bien? –Preguntó.

La profesora Trelawney se giró bruscamente y su cabello se encrespó más de lo habitual.
-Hoy es... –bramó.

-¿Hoy? Es viernes, ¿qué tiene de malo el viernes? –Preguntó Millicent Bulstrode, aunque ocultó una sonrisa en su rostro. Todos los Slytherin sabían de la lectura que había hecho Draco para Trelawney.

-La fecha –susurró Trelawney, y luego gritó– ¡La fecha!

-Viernes trece.

Trelawney lloró y tropezó hacia atrás contra las mesas, derribando un juego de soportes de latón y algunas tazas de té.

Draco y Harry se levantaron bruscamente, mirándose a los ojos.
-Te lo dije -articuló Draco y Harry se tapó la boca con la mano para evitar estallar en un ataque de risa. Draco tuvo que morderse la lengua, conteniendo la suya. Pero aun así, resopló y tuvo que taparlo con una tos. Blaise y Pansy hicieron lo mismo.

Afortunadamente, el resto de la clase no podía apartar la vista de Trelawney, que ahora estaba hiperventilando.
-¡El trece! ¡Viernes trece!

Harry no pudo evitarlo: se echó a reír. Algunos otros también lo hicieron, pero no con tanta fuerza como él. No entendían el comportamiento de Trelawney.

Todo fue solo un juego - (español) || DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora