Capítulo 29: MARCA TENEBROSA

8.2K 741 390
                                    

Harry envió por correo el regalo de cumpleaños de Draco unos días después de que se hubieran instalado en sus respectivas casas para pasar el verano.
Era una botella de la colonia de Draco, sus dulces favoritos y un brazalete a juego con la cadena alrededor de su cuello.
No había ninguna nota, pero Draco estaba seguro de que Harry habría escrito "Te amo, Feliz cumpleaños" si la hubiera habido.

Draco se permitió sonreír mientras se sentaba en el borde de su cama, tratando de enganchar el brazalete alrededor de su muñeca. Un pequeño golpe llamó en su puerta.
-Adelante.

Los ruidos de los tacones contra el suelo de madera hicieron que Draco se diera cuenta de que era su madre sin ni siquiera levantar la vista.
-Draco –llamó ella.

-¿Sí?

-El Señor Oscuro está aquí.

Él la miró con el estómago revuelto. Su piel resplandeciente se había vuelto pálida, más pálida de lo que era.
-Pensé que estaría escondido en otro lugar, ya que mi padre está en prisión.

Draco tenía razón sobre la prensa. Invadieron las puertas de su casa, pero si Voldemort estaba aquí, significaba que, o no le importaba, o que había suficientes encantamientos protectores como para que no le importara.

Su rostro se puso tan pálido que coincidía con el de ella.
-Está bien –siguió Draco– Me quedaré en mi habitación como siempre.

-Él quiere verte a ti específicamente.

Le tomó unos momentos hablar mientras un calor incómodo recorría todo su cuerpo.
-¿Por qué?

Ella dudó.
-Él sabe...

Las náuseas lo invadieron.
-¿Acerca de? –Preguntó casi con voz quebrada.

-Acerca de él.

-¿De quién? -Draco sabía la respuesta.

-Potter -respondió ella.

Draco se quedó congelado en su lugar y Narcissa caminó hacia él, poniendo una mano en su hombro.
-No puedes escapar de esto. Sólo dile lo que necesita saber.

Fue como si su cerebro dejara de funcionar. El tiempo no existía. No podía comprender una palabra de lo que ella decía. Mierda, ni siquiera podía reconocer dónde estaba porque todo a su alrededor se sentía extraño y confuso.

Snape le advirtió durante meses, y Harry también había mencionado sus preocupaciones, pero Draco no creía que esto pudiera suceder alguna vez.

Tal vez porque esto era tan imposible para Draco que nunca se preocupó demasiado por ello. Quizás estaba tan enamorado que estaba delirando. Tal vez fingió que vivía en un mundo donde no le podían pasar cosas horribles.

Joder, Draco tenía que salir de la mansión.
-¿P-Puedes hacerme aparecer fuera de aquí? ¿En nuestra casa segura en Francia? .

-Tu padre la vendió hace unos meses –los ojos de Narcissa estaban brillantes– Draco... ¿qué has hecho?

Hubo otro golpe. Era Snape. Parecía más serio de lo habitual, lo que Draco pensó que era imposible. Draco lo miró con los ojos muy abiertos y llenos de terror.
-Te está llamando urgentemente.

-¿Qué debo hacer? –Preguntó Draco.

-Escúchame con atención: no puedes mentir. Vio demasiado. No hay forma de evitar esto. No puedo protegerte. Pero sí sé que él nunca entenderá el amor. Es mejor que le digas una verdad que él comprenda.

Draco apenas podía oírlo porque su propio corazón latía violentamente en sus oídos.

No sabía cómo era que sus piernas respondían, pero sentía como si estuviera caminando sobre cemento secándose, cada paso más y más difícil de dar.

Todo fue solo un juego - (español) || DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora