Capítulo 76: VINCULACIÓN

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-No puedo creer que hiciste que nuestro profesor se cagara en los pantalones frente a toda la clase por mí -dijo Draco esa noche cuando Harry apareció mediante el hechizo del alma gemela. Harry se echó a reír- Al parecer, pasó cuatro horas en el baño, y después tuvo que ir a la enfermería.

-¡Oh no! Me siento tan culpable –Harry mantuvo un tono sarcástico– No sé cómo podré dormir esta noche.

-Abrazándome mediante un hechizo de alma gemela.

Harry sonrió.
-Tengo buenas noticias. Están cambiando mi rutina. Ahora estaré en Hogwarts por cuatro días de la semana, de lunes a jueves, y estaré en tratamiento el resto de los días.

-Vaya, debes ir muy bien si están cambiando la cantidad de días que puedes venir.

Harry asintió.
-Sí. Pero debo visitar a la Dra. Valerie al menos un día de los que esté allí. Pensé en hacerlo los martes.

-Entonces... ¿nuestras citas nocturnas ahora serán los jueves?

-Por el momento, si. Hasta que solo necesite dos días de tratamiento.

-¿Cómo está tu corazón? –Preguntó Draco.

-Bien. Quizás el fin de semana que viene me dejen volver a jugar Quidditch. Crucemos los dedos. Estoy harto del sabor de la poción para aumentar el volumen. Es asquerosa, pero funciona exponencialmente. Cuanto más comida como, y debo decir que cada día como más y más, más funciona la poción para aumentar el volumen. Como dije antes, me siento mejor. Es algo extraño, porque me siento bien, pero mi trastorno intenta hacerme sentir mal por estarme sintiendo bien, pero ahora comencé a reírme de esa voz, porque me siento bien, y sé que es bueno sentirse bien. La voz esta perdiendo su fuerza muy rápidamente. Y si, todavía me cuesta, pero cada día voy superándolo con ayuda de la terapia.

Draco no pudo evitar sentir calidez.
-Me alegro mucho, Harry.

Harry se lamió los labios.
-Sin embargo, me preocupa un poco la recaída. Recuerdo que durante las vacaciones me sentí realmente molesto ese día en Grimmauld Place. Los doctores dicen que es algo que me seguirá pasando, porque es algo con lo que estaré lidiando por mucho tiempo.

-¿Cómo te sientes cuando comes? –Preguntó Draco.

-Cada comida es diferente. Tengo comidas muy buenas y luego otras muy malas. Siento que ha pasado una eternidad desde que estuvimos en casa de los Weasley, pero solo han pasado dos semanas. Pero tal vez es porque estoy llegando al punto de estabilización médica, lo que significa que mi cerebro está mucho más sano y puede procesar todo. Estoy en un momento muy positivo en este momento, pero estoy seguro de que se avecina otra recaída, así que me prepararé para ello.

-Sobrevivirás –dijo Draco– Siempre lo haces.

Después del fin de semana, Harry llegó a Hogwarts y pasó su tiempo poniéndose al día con las clases y lidiando con adaptarse a estar en clases, lo cual fue más abrumador de lo que pensaba. El único momento que Draco y Harry pasaban juntos era por la noche, cuando compartían la cama en la habitación de Harry, poniéndose mascarillas y durmiendo.

Pero la semana siguiente, cuando Harry llegó después del fin de semana de tratamiento, Harry le entregó a Draco una pequeña caja.

Draco levantó una ceja. La abrió y dentro había una snitch dorada. Había una nota que decía: "Ya tengo autorización de jugar".

Draco sonrió ampliamente, la saco de la caja y la hizo girar. Draco besó la mejilla de Harry mientras la snitch revoloteaba a su alrededor.
-Estoy tan orgulloso de ti -dijo Draco.

Harry se rio.
-Todavía me queda un largo camino por recorrer, pero al menos ya puedo jugar un partido de Quidditch.

Esa noche, después de clases, Harry se encontró con Draco en el vestuario vistiendo su uniforme de Quidditch. Le quedaba un poco grande, pero no se veía mal. Aún le quedaban un poco de kilos que recuperar.

Todo fue solo un juego - (español) || DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora