Capítulo 69: COMPLICACIONES

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Advertencia: en éste capítulo hay anorexia. Esto continuará durante los próximos 5 o 6 capítulos y durante el resto de la historia a medida que Harry se vaya recuperando.

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El segundo día fue similar al primero.

Harry despertó sorprendido de que Draco estuviera allí, a su lado. Simplemente estar cerca de él era tan extraño que no sabía muy bien cómo manejarlo. Todo lo que sabía era que la cálida sonrisa de Draco ya no lo derretía como solía hacerlo antes. Todo se sentía diferente. Y tal vez, eso era porque Harry cambió mucho. O tal vez, simplemente estaba paranoico y una parte de él intentaba protegerlo.

Aún así, trató de no desanimar su propio humor: Deberías estar feliz. Él está aquí. Él te ama de nuevo.

Pasó el día durmiendo la mayor parte del tiempo. Draco tuvo que irse por un tiempo hacia la sala de la memoria para recibir su tratamiento.

Cuando estuvieron separados, Draco comió y Harry recibió un baño, lo que hizo que Harry se sintiera incómodo. Porque lo bañaron con una esponja sentado en su cama. Fue deshumanizante y vergonzoso. Harry lo odio.

Cuando Draco regresó, fue extra cariñoso con Harry. Le dio besos en la frente y acarició su cabello. Y Harry se sentía asqueroso en su propio cuerpo. Porque se veía lo flaco y pequeño que estaba.

Más tarde esa noche, después de que le cambiaran las vías intravenosas varias veces, proporcionándole alimentos, nutrientes y agua, las dos enfermeras le pidieron que se pusiera de pie.

Fue una lucha. Cualquier músculo que le quedaba en su cuerpo apenas podía sostenerlo. Las enfermeras lo ayudaron sosteniéndolo a cada lado.
-Si vas demasiado rápido, te desmayarás –dijo la de cabello rubio.

Harry miró al suelo, ni siquiera pudo reconocer sus propios pies huesudos mientras daba sus pasos.

Cuando cruzó el pasillo, estaba jadeando por aire, como si hubiera jugado cuatro partidos de Quidditch seguidos. La enfermera de cabello negro le trajo una silla y Harry se sentó en ella, respirando con dificultad.

Draco se inclinó a su lado, poniendo un brazo sobre su hombro, pero ver a Harry de esa manera le dolía. No quería que Harry se enfermara, y todo en lo que podía pensar era: no estuve ahí para ti.

Aún así, Draco lo animaba.
-Lo estás haciendo genial.

Harry simplemente sacudió la cabeza y se llevó los dedos a las sienes. Su visión se ennegreció y permaneció allí durante más de veinte minutos hasta que pudo recuperar sus fuerzas.

-Es tu primer día. Es el peor –dijo Draco.

Su voz salió más débil esta vez. Porque él no anticipó lo difícil que sería ver a Harry recuperarse. En realidad, no anticipo absolutamente nada. Él solo despertó y su realidad estaba completamente retorcida, tanto, que hasta se sentía incómodo.

Había desconexión entre ellos dos. Desconexión que tendrían que reparar, pero no sabían cómo.

La realidad es que Harry no podía fingir que todo lo que pasó durante los últimos cinco meses no ocurrió, porque, de hecho, es lo lógico. ¿Cómo podría olvidarlo? Nadie puede culparlo por no hacerlo.

Y Harry quería darle un puñetazo a Draco, pero sabía que si lo hacía, probablemente se rompería su propio brazo mientras que Draco permanecería ileso.

En el camino de regreso a su habitación, su rodilla cedió y cayó sobre las enfermeras, quienes lo agarraron. Luego, tuvo que permanecer en su cama varias horas en silencio. Draco se sentó a su lado y tomó su mano.
-¿Cómo te sientes? –Preguntó Draco.

Todo fue solo un juego - (español) || DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora