Capítulo 45: PALABRAS QUE VALEN

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Draco yacía en su cama, en Malfoy Manor, y deseó no haberse despertado tan temprano ese día, porque se esperaba que asistiera a la reunión para discutir la captura de Harry. 

Ya había pasado tiempo desde la muerte de Dumbledore. Y, aunque Draco creyó firmemente que estaba caminando hacia su muerte de la mano del Señor Oscuro, eso no ocurrió, porque él no tuvo tanta piedad con Draco. Porque lo que él quería era la muerte de Dumbledore, lo que terminó ocurriendo.

Sin embargo, eso no quitó que Draco recibiera tortura, porque debía de aprender a acatar las ordenes. Y varios crucios debería de ser una buena lección.

Su corazón se aceleró mientras se sentaba en la mesa y miraba alrededor de la habitación llena de Mortífagos. Sintió náuseas, y éstas aumentaron cuando vio a Nagini al otro extremo de la mesa, acurrucándose junto al Señor Oscuro.

No puedo creer que tenga que servirte.

Habían hablado sobre capturar a Harry cuando lo trasladaran a una casa segura, y Snape estaba obteniendo más detalles.

-Severus –dijo El Seños Oscuro cuando éste ingreso en el salón– Empezaba a temer que te hubieras extraviado. Ven, te reservamos un lugar –Snape asintió y tomó asiento– Tienes noticias, supongo.

-Sucederá el próximo sábado, al anochecer –dijo Snape, y Draco necesitó todo el poder dentro de él para no encogerse ante el pensamiento de: Harry podría ser atrapado.

Cuando terminó la reunión, su madre lo acompañó hacia su habitación.
-Quiero ver a Snape –dijo Draco– Quiero hablar con él a solas.

Draco se sentó en el borde de su cama mientras su madre iba en busca de Snape, quien apareció en la puerta de su habitación con el rostro impasible, como siempre. Como si no hubiera asesinado a Albus Dumbledore. Como si no hubiera sentido ninguna culpa en absoluto.

-Dime que la fecha que diste está equivocada y que mentiste –dijo Draco– Dime que lo trasladarán un día diferente y estás engañando a todos.

-No. La fecha es correcta.

Los ojos de Draco se abrieron con furia, sus fosas nasales se dilataron.
-Vas a hacer que lo maten. Dijiste que lo protegerías y vas a hacer que lo maten. Estás de su lado, ¿no? ¿Quieres que el Señor Oscuro gane?

Snape no dijo nada y Draco lo tomó como un sí. Eso le prendió fuego la sangre. Se puso de pie, furioso.
-Vete a la mierda, serpiente.

Pero Snape no respondió, se giró sobre sus talones, moviendo su túnica como siempre hacía y salió de allí.

Y cuando llegó el sábado por la noche, mientras Draco intentaba respirar para calmar su ansiedad, Narcissa irrumpió en su habitación.
-Hubo una víctima -los ojos de Draco se llenaron de lágrimas- pero no fue Potter.

Su pecho se apretó y se liberó.
-¿No lo atraparon? 

-No. Aparentemente el Señor Oscuro se batió en duelo con él, pero la varita de Lucius que él utilizó no funcionó lo suficientemente bien y Potter escapó.

Draco dejó escapar un suspiro de alivio, pero temió que fuera prematuro. ¿Hasta cuándo la vida iba a ser así?

-Potter ya debería estar en su casa segura –continuó ella.

Draco asintió. 

Por favor quédate ahí, mi amor.

Ahora Draco operaba en modo de supervivencia para él. Después de todo lo que le había hecho a Harry el año pasado, después de todas las traiciones y mentiras, lo menos que podía hacer era tratar de protegerlo lo mejor que podía, y lo mejor que podía hacer era salvarlo. Ayúdarlo a ganar.

Todo fue solo un juego - (español) || DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora