Capítulo 27: SENTIRSE SEGURO

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-No entiendo cómo es que de todas las personas que hay en esta escuela, mi novio es el que tenía que desaparecer -espetó Draco mientras caminaba de un lado a otro en su habitación. Pansy y Blaise lo observaron mientras se sentaban en su cama- Él entre todas las personas.

-¿No es siempre Potter? –anticipó Blaise.

-Por supuesto que siempre es Potter, pero, por una vez, ¿no puede tomarse un tiempo libre? O, no sé, ¿dejar que alguien más intervenga? –Gruñó Draco– Setecientos estudiantes en esta maldita escuela y siempre es la misma persona la que desaparece... Idiota.

Pansy abrió la boca para hablar, pero Draco se le adelantó.
-¡Han pasado seis horas! ¿Cómo se pierde una persona...

-Un grupo de personas –corrigió Pansy, pero a Draco no le importó darse cuenta de eso.

-...y una directora –continuó– durante seis horas sin un grupo de búsqueda?

-Hay uno –dijo Blaise.

-Merlín, ¿voy a tener que hacerlo yo? –levantó las manos en el aire– ¿Es esto a lo que ha llegado el mundo? El peor enemigo de Harry Potter...

-Novio –corrigió Pansy.

Pero Draco hablaba solo.
-... tiene que realizar un grupo de búsqueda porque todos están demasiado absortos en sus estúpidos exámenes como para siquiera importarle?

-Por si lo olvidas... –dijo Blaise– Umbridge también falta.

-Bien, espero que esté muerta. Espero que él la haya llevado al medio del bosque y la haya matado. Más vale que sea allí donde esté -Draco se detuvo, sus manos formaron puños con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos- ¿La viste abofetearlo? ¡Puso un dedo encima de mi Harry! ¡De MI Harry! Casi la asesiné allí mismo. Podría haberlo hecho. Estuve tan cerca de lanzar un Avada Kedavra. ¿Quién se cree para ponerle una mano encima? ¿Sabe quién es su novio?

-Nadie lo sabe –murmuró Blaise, lo cual, nuevamente, Draco no escuchó por estar demasiado perdido en sus pensamientos.

-Juro que si la veo en el pasillo y tengo la suerte de que esté vacío, le retorceré el cuello. ¡Lo haré! ¡Estará muerta y yo me iré antes de que alguien pueda siquiera parpadear! O tal vez haga que la despidan primero para que no me expulsen a mí. Y al irse, podría accidentalmente resbalar en una roca sobre el acantilado y ¡ups! Se irá para siempre.

-No creo que a alguien le importe eso, amigo –dijo Blaise– Ella es jodidamente horrible.

-¡Oh, ella es peor que horrible! ¡Es pura maldad! ¡Uf! ¡Juro que la voy a matar! -pateó su armario, haciendo que la madera se abollara, aunque no es que le importara.

-¿Y si no fue Umbridge? ¿Y si en realidad fue el Señor Oscuro? -dijo Pansy.

La ira de Draco se suavizó hasta convertirse en un miedo reservado. Él también guardó silencio y fue a sentarse en la cama junto a ellos. Habló en voz baja.
-Estaba tratando de no pensar en eso.

-Es una posibilidad –dijo Blaise– una grande.

-No. No es una posibilidad. Es una certeza –Draco tragó y puso su cabeza entre sus manos.

-¿Crees que podrá con él? –Preguntó Pansy.

-Tiene que poder –la voz de Draco se quebró– Él siempre puede. Está hecho de suerte, recuerda.

En realidad, Draco estaba tratando de convencerse a sí mismo.

-¿Crees que está en peligro? –Preguntó Pansy.

-No estoy pensando en eso, y tú tampoco deberías -dijo Draco y se lamió los labios mientras giraba el anillo en su dedo- Él volverá. Siempre lo hace.

Todo fue solo un juego - (español) || DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora