Todo fue solo un juego - (español) || Drarry

Capítulo 84: ADIÓS HOGAR

Los meses siguientes fueron anormales para ellos porque, de hecho, fueron muy normales.

Ya no tenían que esconderse. Tampoco había ningún misterio que Harry tuviera que resolver y Voldemort ya no molestaba a nadie.

Ambos se concentraron en las tareas escolares, en sus tratamientos y en estar juntos y disfrutar de cada segundo.

Esto era por lo que habían trabajado, por lo que habían aguantado durante toda la guerra. Y valió la pena. Un millón de veces.

Harry mejoró tanto a finales de Abril que ya no necesitó tratamiento hospitalario. Ya terminó su tratamiento en Finlandia. Ahora solo necesitaba terapia dos veces por semana y pociones diarias. Había ganado un peso saludable. Y eso no quería decir que no hubiera días malos, malas comidas, malos momentos, flashbacks, crisis nerviosas, ataques, peleas y todas las cosas que vienen por pasar un trastorno. Era un trabajo duro y agotador.

Pero valía la pena vivir los días.

Se reían abiertamente en clases cuando las cosas eran divertidas en lugar de sentirse excluidos. Jugaban Quidditch y tenían citas en el bosque mientras estudiaban. Disfrutaban los fines de semana con sus amigos y, por las tardes, paseaban por el castillo. También lloraron durante la ceremonia por el aniversario de la Batalla de Hogwarts. Y cuando llegó el momento de estudiar para sus EXTASIS, Harry siguió mirando por encima de su hombro, esperando por un desastre, el cual nunca llegó. Y, como nunca llegó, se vio obligado a estudiar.

El período de exámenes duró dos semanas y, la noche después de sus EXTASIS, ambos regresaban del Gran Comedor, tomados de la mano, cuando Ron se acercó a ellos.
-Harry, ¿escuchaste?

-¿Y ahora qué? –Harry parpadeó.

-Un grupo de jugadores de Quidditch querían hacer un partido entre Gryffindor y Slytherin. ¿Quieres participar?

-¡Eso sería increíble!

-¡Harry, eso es genial! Finalmente puedes jugar de nuevo –animó Draco.

-Tú también podrás jugar, Draco -dijo Ron, pero luego, su sonrisa se esfumó- Merlín, nunca me acostumbraré a llamarte así. En fin, creo que podríamos armar un partido bastante divertido entre ustedes. Podríamos llamarlo "La batalla de los maridos", o algo así de llamativo.

-Eso no es llamativo –dijo Draco rotundamente.

-Como sea, sabes a lo que me refiero –respondió Ron– Entonces, ¿ustedes dos están listos para jugar? Será el sábado.

-Sí –asintió Harry.

-Genial, iré a decirle a Angelina -y con eso, Ron se fue con la emoción flotando en el aire.

-Entonces, ¿esto significa que volveremos a ser enemigos? –Preguntó Draco.

-Así es –sonrió Harry, chocando contra él– Y como es así, deberíamos hacer una apuesta.

-Me gusta hacia dónde vas con esto.

-¿Quién gana se folla al otro? -Propuso Harry.

-No. Es demasiado común. Yo digo que quien pierda tiene que escribir "Se la como a Potter" en todos sus ensayos durante una semana entera. Los dos somos Potter -opinó Draco.

La boca de Harry cayó antes de comenzar a reírse. Luego, extendió la mano y Draco la estrechó.
-Trato.

Unos días después, todos estaban listos para el próximo partido contra Slytherin. Harry se estaba concentrando, tratando de deshacerse de los pensamientos de que, sin importar qué, no podía dejar que su esposo ganara.