CAPÍTULO 13

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Hinata caminaba de regreso al pasillo luego de haber salido del baño, llevándose la desagradable sorpresa de que ellos ya no estaban en el lugar  donde se habían visto por última vez.

—¿Sasuke...? ¿Temari...? ¿Están por aquí...? —preguntaba ella en voz alta mientras que seguía su marcha. 

La joven pelinegra frunció su entrecejo al sentirse burlada por ambos

¡Claro...! Todo lo tenían planeado esos dos y Temari ya lo sabía cuando se acercó a nosotros... —pensó.  —¡Perra desgraciada...! Solo querías quedarte con él y lo lograste. ¿Por qué nunca puedo obtener algo bueno en mi vida? ¿Por qué? ¿Por queeé...?—se lamentaba en en voz alta.

Llena de enojo y frustración, Hinata aceleró sus pasos para bajar las escaleras y regresar a la sala bar. Quería tomarse algún otro trago antes de pedir sus pertenencias para así marcharse de la mansión y no volver a ver nunca más a ninguno de ellos; pero antes de poner el primer pie en el escalón para subir, ella fué detenida fuertemente del brazo.

De inmediato giró su rostro llevándose una fuerte impresión al darse de frente con los ojos rojos de Sasuke que la miraba con dureza.

—¡Sasuke...! Pensé que tu y Temari se habían ido y...

—¿A dónde crees que vas...? —inquirió él sin quitar su mirada inquisidora de los ojos de ella.

—Iba a subir porque... porque quería ir por un trago nada mas... —ella con nerviosismo miró su brazo casi que aprisionado por los dedos de él. —Sasuke, me estás haciendo daño... —dijo HInata con trémula voz y mirada temerosa.

El joven pelinegro advirtió que su agarre realmente si estaba maltratándola, asi que pronto la soltó y ablandando un poco mas sus facciones, sonrió acercándose a ella para besar sus labios.

—Me disculpo por hacerte daño, solo que me costó mucho deshacerme de Temari para quedarme solo contigo... No quería que te marcharas de aquí y no volver a verte nunca más...  —Sasuke tomó su rostro con ambas manos y la besó nuevamente.

—¿Conmigo...? —los ojos de Hinata se iluminaron —¿De verdad me elegiste a mí y no a ella? —preguntó llena de emoción.

Él le respondió:

—Tal vez no soy Lord Madara ni puedo ofrecerte 16 millones de dólares para que me sirvas de acompañante durante un año, pero puedo darte la mejor noche que jamás hayas tenido, cinco millones de dólares para que tengas la vida que siempre has soñado; y aunque no volvamos a vernos, antes de que te marches de aquí haré un par de llamadas y los contratos millonarios en tu carrera de modelaje no te faltarán en años. Ya es tu decisión cómo decides administrar tus ingresos, pero con lo que te ofrezco podrías vivir bien el resto de tu vida...

Hinata estaba encantada ante la propuesta que Sasuke le acababa de hacer, porque aunque se sintiera atraida por él; también era la oportunidad perfecta para lograr tener lo que deseaba y así dejar atras todo lo relacionado con su pasado lleno de carencias y a su humilde familia; la cual solo le producía vergüenza.

Emocionada, ella corrió a sus brazos rodeando el cuello de Sasuke con los suyos para besar sus labios una vez mas al tiempo que él también la abrazó por la cintura.

—No te imaginas lo feliz que haces, Sasuke... Es la primera vez en toda mi existencia que siento recibir lo que realmente merezco... —ella lo besó —Dime que esto no es un sueño, por favor... Dime que no es un sueño. ¡Jajajaja! —Hinata lo besó mientras reía de felicidad.

—No, esto no es un sueño, hermosa... Desde que entraste a esta mansión ya empezaste a vivir tu verdadera realidad y ahora empezarás a disfrutar de todo lo que mereces... —respondió el

HAPPY BIRTHDAY LORD MADARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora