Durante la nochebuena, Madara celebrará su cumpleaños llevando a cabo una particular tradición durante la cena de Navidad, así como todos los años.
Sasuke y Sakura son los asistentes personales de Madara y serán ellos quienes se encargarán entre otr...
Sakura emergió del agua y ayudándose con sus brazos, tomó impulso para sentarse a la orilla de la piscina. Sasuke también salió a flote luego de nadar varios metros bajo el agua de un extremo a otro.
El pelinegro se ubicó entre las piernas de la pelirrosa mientras que besaba de forma cariñosa el interior de sus muslos. A diferencia de otras ocasiones, esta vez ella reflejaba gran felicidad en su rostro.
Sasuke lamía las gotas de agua que rodaban por el interior de las piernas de ella, luego de mirar su cara; el sonrió también.
—Hoy estás mas radiante que nunca... ¿Acaso estás asi por la mañana que hemos tenido hoy o por la noche que pasaste con Madara...?—le preguntó.
—¡Jajajajajaja! No digas tonterías, amor mio... A diferencia tuya, mi felicidad no siempre radica en el sexo como tal... Pronto será un día muy especial para nosotros tres y para toda la familia. Eso me hace muy feliz... —dijo Sakura.
Sasuke se impulsó de sus brazos y acercó su rostro al de ella para besar sus labios.
—Lo sé... Yo también me siento muy feliz al igual que tú y que Madara. —Sasuke esbozó una sonrisa ladina —Ahora... ¿Qué dices si hago trizas ese vestido de baño que traes puesto y lo hacemos ahora en este lugar, eh...? —le preguntó
Sakura sonrió levantando una de sus cejas.
—¿Aqui...? ¿Tienes ganas de hacerlo nuevamente...? —le preguntó.
—Yo siempre tengo ganas de tener sexo... —con su dedo, el pelinegro corrió a un lado el vestido de baño de ella mientras que deslizó lentamente su lengua sobre su vulva —¡Vamos...! No me niegues la oportunidad de sentir placer una vez más... Sé que tú también lo deseas y quieres que te siga haciendo esto hasta hacer que te corras en mi boca...
—No puedo... Yo tengo... tengo cosas que...
—Solo déjame hacerte lo que tanto me gusta... —murmuró Sasuke mientras que metía su cabeza en medio de las entrepiernas de ella.
Sakura cerró sus ojos por un instante dejando que aquella sensación de hormigueo recorriera todo su cuerpo. Ella estuvo a punto de ceder ante la ardiente petición de Sasuke, pero luego abrió los ojos volviendo a recuperar su fuerza de voluntad.
—Cariño, jamas te niego nada de lo que deseas, pero esta vez, no... —dijo ella con firmeza.
—Está bien, insistiré después... Sé que tú también lo deseas....¡Jajajaja...! —Sasuke se zambulló bajo el agua, nadando otra vez hasta el otro extremo de la piscina.
Sakura giró su cara para mirar a la mujer que se acercaba hacia ellos, era Tsunade que traia un coctel en su mano y quien también había pensado darse un baño en la piscina.
—Hola, Sakura...
—Tsunade...
—Pensé que estarían presentes en la mesa durante el desayuno... Le pregunté al personal doméstico por todos ustedes, pero parece ser que apenas hablan lo necesario... —dijo la rubia.
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