Durante la nochebuena, Madara celebrará su cumpleaños llevando a cabo una particular tradición durante la cena de Navidad, así como todos los años.
Sasuke y Sakura son los asistentes personales de Madara y serán ellos quienes se encargarán entre otr...
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Esa fria mañana el tren marchaba a 320 km/h y en su vagón de primera clase, Temari leia los diarios por la app de noticias de su teléfono móvil mientras que Shisui miraba el paisaje al tiempo que bebía una taza caliente con chocolate acompañada con una caja grande llena de portrecillos surtidos.
—¿Has visto algo de lo cual tengamos que avergonzarnos...? —bromeó él.
—¡Jajajaja! No, hasta ahora no...
Temari metió en su boca un postrecillo de su propia caja y continuó mirando las noticias.
—Hmm... ¡Mira esto! ¡Jajajaja! "Amigo Misterioso" La estrella del momento fué captada en distintos lugares de la capital junto a un acompañante misterioso con el cual se le vió muy divertida, tanto así que llegó totalmente ebria a su lugar de residencia junto a esta persona... fotos exclusivas en el siguiente link...
Temari abrió el link y comenzó a reírse a carcajdas mientras que le mostraba las fotos a él
—¡Jajajajajaja! Tienes que ver esto...
Shisui sonrió mientras que miraba la fotos —Nos vemos fatal allí. ¿Eso fué antes o después de bañarnos en nuestros propios vómitos? —preguntó
—Creo que fué después. ¡Jajajaja!
Temari apagó su teléfono móvil y bebió de su taza de chocolate mientras que al igual que Shisui, también contemplaba las montañas cubiertas de nieve.
Esa mañana del 31 de diciembre de forma repentina ambos decidieron viajar en tren a una muy distante ciudad entre las montañas alejados de la ruidosa capital para recibir el año nuevo juntos luego de que Shisui la haya invitado quedarse en una de sus propiedades ubicada en dicha ciudad.
Los dos llegaron a la estación y empezaron a caminar la ciudad en dirección a las montañas mientras que como ya era costumbre, ambos iban comiendo.
—¿Falta mucho para que lleguemos? —preguntó Temari
—No mucho ¿Por qué...? ¿Estás cansada?
—No, es solo que tengo mucho frio. ¡Jajaja!
El la miró y aunque ella tenía ropa apta para el invierno, comprendió que Temari era un ser humano y por ende era mucho más sensible al frío que él. Beelzebub se quitó el pesado abrigo que llevaba puesto y se lo colocó a ella por encima del suyo.
—¡No, Shisui! No es necesario... Puedo resistir un poco más hasta que lleguemos a tu casa...
—No hay problema, no siento frío... Debemos buscar la cena de esta noche para recibir el Nuevo Año después de las Fiestas Saturnales... —comentó él
