CAPÍTULO 27

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                                 ■       

Dias despues y durante una tarde de sábado, la pequeña Temari bailaba y cantaba en el karaoke de su casa frente al televisor mientras que su mamá preparaba unos sándwiches en la cocina. El timbre le la puerta se escuchó en esos instantes.

Ve a ver quien es, hija...

—¡Voy, mamá...!

Temari pausó el karaoke y fué a abrir la puerta. Dos policías junto a una mujer y otro hombre se encontraban frente a ella.

—Hola ¿A quién buscan...? —preguntó la pequeña

—¿Dónde están tus padres...? —preguntó el hombre con voz tosca y mal encarado.

La mujer le hizo una señal con la mano de que ella manejaría la situación y luego se dirigió a la niña con una voz mucho más dulce y amigable.

—Tú debes ser Temari ¿Cierto? —le preguntó

—Si ¿Me buscan a mi...? —preguntó ella con curiosidad

—No, venimos a hablar con tus padres, cariño...

—!Por ahora...! —agregó el hombre que venía con ellos.

La madre de Temari se acercó a la puerta

—Hija ¿Quién es? Te he dicho que no hables con extraños y... —la señora miró seriamente a los visitantes frente a su puerta.

El hombre fué el primero en tomar la palabra.

—Buenas tardes, somos agentes del departamento de investigación judicial de la policía y venimos a hacerles unas preguntas ¿Nos permite entrar...? —le preguntó mientras que le mostraba las identificaciones de todos ellos a la señora.

La otra mujer, le entregó una carta también.

—Tenemos una orden para inspeccionar la habitación de Temari y hacerle unas preguntas. —le hizo saber.

—¿Qué pasa con mi hija? ¿Por qué quieren hablar con ella? —preguntó la mujer con angustia.

El padre de Temari también se acercó a la puerta

—¿Qué está sucediendo...? —preguntó.

—!No lo sé, papá! —respondió la pequeña aferrándose a la pierna de su padre

—Están atemorizando a mi esposa y a mi hija. Digan ¿Qué es lo que necesitan? —les dijo él señor con firmeza.

—Yo necesito hablar con ustedes dos y mi compañera tiene una orden para hablar con la niña. Si nos dejan entrar, les explicaremos lo que realmente está sucediendo. —les explicó el agente.

El señor miró a su esposa y a su hija, luego asintió dejandolos seguir a todos dentro de su hogar.

En la habitación de la pequeña, la agente de policía junto con uno de los uniformados, le hizo varias preguntas muy sencillas de responder para Temari mientras que era grabada con una cámara de video. Por otro lado, el agente encargado de la investigación sobre la desaparición y asesinato de la pequeña Karura, le explicaba a los padres de Temari sobre lo ocurrido y sobre el testimonio que habían dado las    compañeras de clase sobre lo último dicho por Karura en el grupo de mensajería instantánea que compartían. También eran grabados por el otro agente de policía.

—... Esas niñas aseguran que Karura se encontraba con Temari dentro de la vieja casa abandonada de los acantilados... —dijo el agente.

—¡Eso es una vil calumnia de esas niñas! ¿Hasta cuándo esas chiquillas malcriadas van a seguir haciéndole la vida imposible a Temari? —protestó la mamá.

HAPPY BIRTHDAY LORD MADARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora