Durante la nochebuena, Madara celebrará su cumpleaños llevando a cabo una particular tradición durante la cena de Navidad, así como todos los años.
Sasuke y Sakura son los asistentes personales de Madara y serán ellos quienes se encargarán entre otr...
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—Bueno, pues entra y comamos todo lo que trajiste... ¡Jajajaja!
Temari y Shisui se siguieron viendo en la vieja casona todas las tardes durante siguientes seis meses sin que los padres de ella ni nadie se enterara de aquella amistad que ambos habían formado en torno a su glotonería y desbordaba fascinación por comer hasta no poder más. La pequeña siempre contó con una condición en su organismo que le podía permitir comer todo lo que se cruzara por el camino sin que esto afectara su salud ni su peso corporal. La gula era algo que no podía controlar y para ella que aún era una niña, ya era una situación vergonzosa debido a que siempre sufría burlas y rechazo por parte de otros niños y adultos.
Temari había encontrado en Shisui a un amigo con el que a pesar de la diferencia de edades, compartían una misma afición y desbordaba pasión por comer sin límites y probar platillos nuevos en cantidades exageradas.
Esa tarde y como todos los días, Shisui cocinó mucha comida para ambos, también bebieron muchos litros de refresco y tampoco podrá faltar el postre.
—¿Quieres más pie de limón, pequeña Temari...? —le preguntó él ofreciéndole otra porción.
—Eh.. no, no quiero... —Creo que también me la llevaré a casa... ¡jajajaja! —dijo ella mientras que soltaba el cinturón de sus pantalones para darle más espacio a su estómago lleno.
—¿No deseas más o llegaste a tu límite...? ¡Jajajaja! —preguntó él mientras que se engullía la porción del pie de limón en dos mordiscos.
—Llegué a mi límite y... —Temari apartó su vista —Siento vergüenza por comer tanto siempre, mis padres dicen que es comer tanto es un horrible vicio que terminará por enfermarme o por romper mis intestinos. No quiero morir con mi estómago roto de tanto comer... Todos los días vengo aquí a comer mucho,creo que ya debo verme como una niña maleducada y...
—¡Shhh..! !Ya Cállate y no hables tonterías...! Escucha lo que te diré y espero que jamás lo olvides, pequeña Temari... Esto es lo que tú eres, eres una glotona a la que le gusta comer de todo. —la reprendió seriamente.
