CAPÍTULO 24

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Pasando por alto el inmenso dolor que sentía en su estómago roto y la dificultad para deglutir, Temari se deleitaba cortando y comiendo pequeños trozos de la jugosa carne de Hinata mientras que recordaba la vez que también se alimentó del cuerpo de la niña que iba a la misma escuela que ella; como también recordó a la persona que le enseñó a tomarle gusto a la carne humana.

(Flashback)

En el aula de clases, Temari escribía la letra de una de sus tantas canciones mientras que tenia atascado en su boca una enorme porción de su sándwich que casi ni podía masticar. Desde pequeña le gustaba mantenerse alejada del resto de sus compañeros, ya que siempre era motivo de burlas debido a su apetito incontrolable y a sus sueños de ser una estrella en el mundo de la música.

Temari se mantenía concentrada escribiendo todo aquello que su inspiración le dictara en ese momento, pero también no era ajena a las murmuraciones y las burlas de sus demás compañeros

—Allí esta escribiendo nuevamente la tragona que quiere ser cantante...—murmuró una de las pequeñas. —Así como come, va a engordar tanto que que será la ballena cantante... ¡Jajaja! —dijo otra niña —Nunca podrá hacer un concierto o terminará por comerse a todos los asistentes... ¡Jajajaja! 

Otra de las niñas que estaban entre ellas frunció su ceño y les dijo:

—¿Por que les molesta que ella sea asi...? Temari es linda, escribe cosas bonitas y también canta muy bien; ustedes la han escuchado en los recitales, así que ya déjenla en paz...

—Jamás hemos dicho lo contrario, lo que nos molesta es que nunca nos hable, que trague de esa forma y que sea tan... rarita... —respondió una de ellas

—¡Claro! Como Karura es amiga de la rarita...

—No somos amigas y jamás lo seremos, solo que es absurdo que le tengan rabia y la molesten solo por ser diferente a nosotras. —respondió la niña llamada Karura

Días después y durante la hora del almuerzo, Temari comía mientras que tarareaba una melodía inventada por ella al tiempo que leía uma canción que había compuesto en solo tres días. 

—Eso se escucha muy bien... 

La rubia giró hacia atrás luego de escuchar la voz de su compañera de clases que le había hablado y quien traía en sus manos una bandeja con comida

—¿Karura...? 

—¿Puedo sentarme contigo y escuchar lo que compusiste? —pregunto la niña

Con cara sorprendida, Temari sonrió asintiendo con su cabeza; Karura se sentó frente a ella ese día y todos los que vinieron durante varios meses, juntas reían, comían todo lo que estuviera frente a ellas, bailaban e inventaban coreografías con las canciones compuestas por la rubia. Era la primera vez que Temari se sentía aceptada realmente por alguien en la escuela, por alguien que la había aceptado tal y como era; a tal punto de sentir que Karura se había convertido en su primera mejor amiga.

Un año transcurrió y durante ese tiempo al no contar con el mismo metabolismo de Temari, Karura comenzó a ganar peso rápidamente y fué motivos de burlas entre los niños de la escuela; poco a poco ella se fué distanciando de Temari hasta no volverle a hablar en mucho tiempo. 

La rubia no comprendía realmente qué había pasado y porque Karura decidió alejarse de ella para reunirse nuevamente con su antiguo grupo de amigas. Un dia durante la salida, Temari se acercó a ellas y llamó a quien consideraba su mejor amiga

HAPPY BIRTHDAY LORD MADARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora