CAPÍTULO 9

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Mei pintaba sus labios frente al tocador del baño luego de haber ingerido una pastilla para inhibir los efectos del alcohol que ya empezaban hacerse presentes.

Ahora si, vamos por todo o nada, Mei... —se dijo a sí misma.

La joven pelirroja salió del baño con el fin de regresar nuevamente con el Uchiha, desde donde ella se encontraba podía apreciarse no solo la música que sonaba en toda la mansión; también se escuchaban las risas de ellos junto con las otras chicas que aún seguían en la sala muy animados.

Mei se detuvo un instante mientras miraba las escaleras principales de la mansión y al lado de ellas se encontraba uno de los tantos árboles de Navidad que decoraban toda la casa.

Ella miró nuevamente hacia las escaleras y subió hasta el segundo piso caminando por todo el pasillo, abriendo las puertas una a una.

Todas estas son habitaciones... ¿Será que aquí es donde nos quedaremos...? —Mei se acercó a una de las maletas metálicas para mirar el nombre que tenia en una etiqueta.  —Esta es la de la glotona, pero ¿Por qué está vacia...? —pensó

Ella salió de esa habitación y así fué pasando por todas las demás alcobas percantándose de que todas las maletas e incluida la de ella, estaban vacías.

Qué raro... A lo mejor la servidumbre guardó en los armarios las pocas cosas que trajimos... —pensó ella.

Mei finalmente se retiró de allí y subió las escaleras hacía el tercer piso. Caminando por el amplio pasillo también fué entrando dentro de las habitaciones que allí  también habían, eran menos que en el segundo piso; pero mucho más grandes y más lujosas.

Las otras alcobas no están nada mal, pero en lo personal hubiera preferido quedarme en una de estas por lo menos... —pensó.

Mei continuó avanzando hasta el final de aquel pasillo observando que una de las puertas estaba entreabierta. Cautelosamente se fué acercando hasta ingresar lentamente a la oscura y enorme habitación donde Ino aún se encontraba dormida.

Es una chica... ¿Será algún miembro de la familia? Aunque se sabe que Lord Madara vive solo en esta mansión en compañía de su servidumbre y sus asistentes personales... ¿O acaso será la anterior compañera temporal...? 
Esta es la habitación más grande que he visto hasta ahora, así que supongo que esta es la alcoba de Lord Madara con esa mujer...
Quiero verla... Quiero ver si es la misma que sale en los medios de comunicación junto a él y verdaderamente es tan bonita como la muestran.
O será que solo es... ¿una tonelada de maquillaje y cirugías...? ¡Jajajaja...! —pensaba.

Con gran curiosidad ella fué  acercándose hacía la cama, pero pronto comenzó a escuchar ruidos dentro de aquella habitación que llamaron su atención. Su interés fué transformándose en impresión al ir notando poco a poco que en medio de la penumbra, otra silueta que también se encontraba en la cama sobre el cuerpo de la rubia que estaba profundamente dormida.

—¿Quién anda allí...? —preguntó Mei.

Su estado de impresión cambió a un rostro aterrorizado cuando logró ver que aquella silueta masculina copulaba salvajemente sobre aquella joven que ni siquiera se daba por enterada de lo que estaba sucediendo.

—Oye, esa chica probablemente esté ebria o drogada y ni siquiera está disfrutando lo que le haces; así que solamente estás abusando de ella... —le dijo ella.

HAPPY BIRTHDAY LORD MADARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora